Por si no fuera suficiente con la división interna creada al elegir un presidente provisional para el grupo municipal oriolano sin la aprobación ni legitimidad de la dirección provincial y autonómica del PP, el domingo se ordenó el cambio de cerradura de la sede del PP oriolano sin la autorización del partido, dejando sin llaves al secretario general y presidente provisional, Dámaso Aparicio.
Al parecer, según fuentes del Partido Popular, el cambio de bombín tuvo lugar el domingo, tras la reunión que mantuvieron los ediles expedientados por no votar a favor de las listas electorales sin imputados por corrupción y la expresidenta del PP oriolano, Pepa Ferrando.
La reacción de la dirección autonómica del partido no se ha hecho esperar, y ayer remitió un burofax a Pepa Ferrando dándole un ultimátum de 24 horas para que entregue a Aparicio la copia de la llave de la nueva cerradura. Es más, fuentes internas del PP añadieron que, además de la comunicación por escrito, Isabel Bonig, secretaria autonómica del partido, llamó personalmente a Ferrando durante la tarde de ayer para exigirle que, durante el día de hoy, entregue las copias de las llaves, bajo la amenaza de interponer una denuncia contra la expresidenta oriolana ya que el alquiler del local está a nombre del Partido Popular, y la firma tanto de Ferrando como de Dámaso Aparicio en el contrato de alquiler del inmueble, es a título de representación legal del partido en calidad de presidenta y secretario general.
Se trata de otro pulso más a la ejecutiva local, provincial y autonómica, pulso que fuentes de la dirección del partido calificaron de «auténtico despropósito», con el único fin de dividir aún más el partido y crear más polémica.
