Como ocurre cada último viernes de mayo desde hace 25 años, el colegio de Hurchillo celebró ayer un homenaje a las abuelas y abuelos de los estudiantes por mantener su vitalidad y contribuir a la educación de sus nietos llevándolos cada día hasta el centro e interesándose por su progreso académico.

La jornada vespertina incluyó recitales de poesía, representaciones teatrales y canciones dedicadas a la gente mayor que colabora en la educación de las nuevas generaciones. Se trata de uno de los objetivos de este centro que es Escuela Asociada a la Unesco desde hace más de 20 años.

En el acto se nombró al super abuelo del colegio, que fue Antonio Espinosa Guillén, y la superabuela, Lola Torá Vegara. La dirección del colegio apuntó ayer que este «es uno de los actos más emotivos que realiza el centro, que quiere hacer constancia en la gratitud que tiene el colegio con todos los abuelos».