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Torrevieja

El traslado del mercadillo semanal se aplaza a inicios de 2016

El Ayuntamiento quiere que el cambio no afecte a la campaña comercial para las fiestas

El traslado del mercadillo semanal se aplaza a inicios de 2016

El traslado del mercadillo semanal de los viernes de su actual emplazamiento en Nueva Torrevieja al recinto polivalente de la Avenida de Delfina Viudes se pospone a principios de 2016. Así se lo ha comunicado el Ayuntamiento de Torrevieja a las asociaciones de vendedores.

La decisión del equipo de gobierno es firme. El mercadillo cambiará de ubicación pero se abordará con todas las garantías, asegura. El municipio ha iniciado conversaciones con los representantes de comerciantes ambulantes para coordinar el traslado a la explanada de 80.000 metros cuadrados proyectada desde hace más de cinco años para albergar esta actividad todos los viernes del año. Mantuvieron una primera reunión con el alcalde José Manuel Dolón y la edil de Mercados, África Celdrán, en el salón de plenos y también han acudido a visitar en el nuevo recinto para conocer la futura distribución de los puestos por tipo de producto. Entre las razones del aplazamiento figuran la petición de los vendedores -unos 900 ubican puesto en Torrevieja- de no llevar a cabo un cambio tan drástico y para su clientela fiel durante tantos años en plena campaña de Navidad. También figura el hecho de que hasta principios del año que viene, con el nuevo presupuesto preparado, el equipo de gobierno podrá contar con una partida presupuestaria que permita dotar a la zona con un servicio de autobús reforzado y específico para esa jornada. Una parte importantísima de los usuarios del mercadillo son personas de avanzada edad que llevan consigo el carro de la compra y no van a poder trasladarse a la zona a pie, como hacen hasta ahora.

El gobierno local cuenta con la presión de los vecinos de Nueva Torrevieja para llevar a cabo el cambio. PSOE y Los Verdes prometieron a estos residentes acabar con los constantes problemas de seguridad, aparcamiento e insalubridad que provoca esta actividad todos los viernes -los servicios sanitarios y de emergencias tienen muchas dificultades para acceder a la zona-. También genera retenciones de tráfico.

El nuevo recinto está vallado, cuenta con servicios básicos y control de acceso. Las obra, iniciada en 2011 y que sufrió constantes parones por impagos del Consell, costó más de 5 millones de euros.

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