La riada en Callosa de Segura dejó sin casa a más de un centenar de personas que habitaban en la parte alta, junto a la ladera de la Sierra. Valentín García se encargó de dirigir el comedor del colegio La Paz, que se habilitó como albergue más de un mes. «Las familias de Callosa se volcaron para traer alimentos y ropa. Fueron muchos los voluntarios que acudieron cada día para ayudar». Esta fotografía se ha realizado en ese mismo centro escolar 28 años después.