El Ayuntamiento de Orihuela ha declarado desierto el concurso para la adjudicación del servicio de salvamento y socorrismo que tenía que entrar en funcionamiento este próximo sábado, coincidiendo con el fin de semana que abre la Semana Santa, según confirmó ayer la edil de Playas, Sofía Álvarez. La oferta municipal era por dos años (2016 y 2017) a cambio de 420.000 euros más IVA por anualidad, pero nadie se ha presentado al concurso. La concejala explicó a este diario el viernes que a dicha adjudicación no se iba a llegar a tiempo porque las plicas tenían que abrirse ayer y que, ante esta situación, se tendría que ofertar un contrato menor para cubrir la Semana Santa. Álvarez ayer explicó que, a pesar de esto que había asegurado, albergaba la esperanza de poder llegar con una empresa adjudicataria pero al no presentarse nadie tendrá que ofertarlo por la vía del contrato sin concurso a partir de hoy.
Orihuela tiene así tan solo cuatro días para pedir ofertas, valorarlas y adjudicar un contrato menor para tener vigilancia en las playas en el inicio de la temporada media, cuando miles de turistas acudirán al litoral oriolano para disfrutar del periodo vacacional de Semana Santa. La prestación del servicio continúa en jaque. Y la Concejalía deberá sacar un nuevo pliego que interese a las empresas del sector. El equipo de gobierno introducía en el mismo una serie de mejoras. Entre ellas, cabe destacar la instalación de un desfibrilador en cada playa, así como la necesidad de que todo el personal que preste el servicio de vigilancia y salvamento cuente con la formación necesaria para su uso.
Otra de las novedades que incluía este pliego pasaban por la instalación de cuatro playas adaptadas para usuarios con movilidad reducida, que se situarían en Cala Bosque, en La Zenia, Cala Capitán, y La Glea y Barranco Rubio, ambas en Campoamor. Álvarez indicó que esta apuesta por la accesibilidad está previsto que vaya más allá, conectando estos puntos con los chiringuitos, que dejarían de colocar sus mesas en la arena para hacerlo en una tarima de madera, con el fin de permitir el paso de sillas de ruedas. Sin embargo, todo esto tendrá que esperar, pues será necesario un nuevo pliego y aún está por determinar si todas estas necesidades se recogerán en él, una vez comprobado que ninguna empresa está por la labor de prestar el servicio.
