Un juzgado de Torrevieja ha señalado para final de mes la vista para juzgar un supuesto delito de coacciones -un delito leve, antigua falta- por parte de la edil Paqui Parra a un militante de Ciudadanos. El abogado del partido la defenderá. El denunciante, Luis Sanz, asegura que se encontraba en el despacho del grupo municipal en el Ayuntamiento en un momento en el que Pilar Gómez, la portavoz, había salido a recoger una documentación. En ese momento apareció la edil Paqui Parra, quien a continuación dejó el despacho. Minutos después se presentó en las dependencias el policía asignado a las tareas de vigilancia del acceso al edificio consistorial en el vestíbulo. Siempre según esta denuncia, la edil había calificado al simpatizante de Ciudadanos como «un intruso» y el agente acudió a comprobar su identidad y a pedirle que dejara el despacho. La denuncia mantiene que la Policía le ordenó salir de las dependencias a instancias de la concejala Parra.Poco después presentó la denuncia. Los hechos se juzgarán a final de mes.
Luis Sanz es representante vecinal de Nueva Torrevieja y colabora con Ciudadanos en el sector representado por Pilar Gómez. La edil Paqui Parra mostró su sorpresa por haber sido denunciada por estos hechos y explicó que envió al policía porque no sabía quién era la persona que estaba ocupando el despacho en ese momento.
Llaves
Los graves problemas internos que atraviesa tanto el grupo municipal de esta formación como la agrupación local impiden que cuente con personal asesor y un secretario de grupo como el resto de formaciones en el Ayuntamiento. Solo tienen acceso a la llave del despacho, situado frente a las dependencias de Alcaldía en la segunda planta, las dos ediles. La agrupación local está dividida en varias facciones desde hace meses, una encabezada por la portavoz y en alcaldable en 2015, Pilar Gómez, que mantiene un canal de comunicación fluido con la oposición mayoritaria del PP, además de haber recuperado la confianza con la dirección autonómica; la representada por su compañera Paqui Parra, más cercana a la coalición de gobierno y que siempre ha cumplido con las directrices del partido. Además hay una gestora que no ha llegado a presentarse públicamente desde que fue elegida en mayo y de la que ya han dimitido varios de sus miembros sin que se haya hecho público. Esta gestora nació de la disolución de la junta directiva tras el enfrentamiento entre Gómez y una miembro de la ejecutiva, Rosario Soler. Ambas denunciaron insultos y agresiones. El juez las absolvió.
