Van más allá del contenido que aparece en los libros de texto porque creen que los alumnos pueden desarrollar mejor su potencial y adquirir nuevos conocimientos. Los profesores del colegio público Manuel Riquelme de HurchilloManuel Riquelme de Hurchillo, en Orihuela, han editado ya más de un centenar de publicaciones que sirven para complementar la labor de aprendizaje y mejorar las competencias que van adquiriendo los alumnos. El último de ellos es un cuadernillo con un método para aprender a leer que se añade a una colección que se utiliza en Infantil y Primaria.
Preparar esos cuadernillos no es fácil y requiere de un sobresfuerzo con el que los 17 profesores parecen estar encantados, principalmente porque han testado que el método funciona y les ilusiona. El director, Joaquín Marzá, explicó ayer que en esa última publicación se incluye por ejemplo la lengua de signos, de forma que cuando los menores terminan el colegio tienen las bases para poder comunicarse con personas sordomudas.
Aprender Matemáticas con El Quijote y Sancho Panza, prevenir y combatir el fracaso escolar con un programa basado en la música, realizar labores de Plástica con un cuadernillo editado en inglés o repasar caligrafía aprendiendo quien fue Miguel Hernández son algunos de los objetivos que se marcan desde este centro escolar. Otro de ellos, el de competencia cultural, sirve para que los alumnos tengan como deberes ir al cine, a museos o al teatro y aprendan a conocer las diferentes expresiones culturales que tienen en su propio municipio. Uno de los que se está ultimando ahora es el de competencia de vida saludable, que ayudará a los niños a diferenciar buenos y malos hábitos y que también sirve para ponerlo en práctica cuando salen del centro y llegan a casa.
Para preparar los cuadernillos los profesores se marcan unos objetivos y son asesorados por psicólogos, pedagogos, ilustradores o conocidos escritores premiados en literatura infantil que aportan sus conocimientos y su trabajo. Para la publicación, colaboran con una imprenta oriolana y buscan fondos en el Ministerio, la Generalitat o el Ayuntamiento de Orihuela, de forma que las familias pagan muy poco por ese material complementario que prepara un profesorado motivado por la ilusión de formar a unos pequeños que quieren que el día de mañana sean grandes personas.
