Como en aquel anuncio de pilas alcalinas, la Cofradía de Pescadores de Torrevieja se mantiene a flote, dura e incluso, y a pesar de todo, va a más. Ha facturado en ventas de pescado azul desembarcadas en la lonja del puerto cerca de seis millones de euros -5.946.15o- durante este ejercicio del 2016. La facturación corresponde a los 3.171.268 kilos de pescado azul capturados por las flotas de cerco con base en Torrevieja, principalmente boquerón y sardina, subastado en primera venta en la lonja torrevejense. Dos factores condicionan las cifras al alza de la actividad pesquera en Torrevieja: el hecho de que la mayor parte de las flotas de cerco de la Región de Murcia hayan hecho de su puerto base para la venta de capturas -también abundan barcos de Almería y Málaga-, y que la pesca del boquerón, la auténtica estrella del pescado azul, se puede realizar ahora durante casi todo el año. Tradicionalmente se limitaba a los meses de mayo y junio. Desde 2014, por motivos que no se han podido verificar científicamente, esta esquiva especie está presente en los caladeros habituales de la zona durante casi todo el año y, además, en abundancia.
La Cofradía, incluida la reducida flota local, dedicada a la pesca de cerco, cerró con esos números el pasado lunes, día 5, uno de los mejores ejercicios económicos de su historia, y un año más, se acogió al paro biológico -impulsado para garantizar la regeneración de los caladeros- que se prolongará hasta la madrugada del próximo día 7 de enero del 2o17.Incremento
Aunque el mejor ejercicio económico del sector pesquero local se dio en el año 2013, superando las cifras del actual, los registros de este año en relación al 2015 reflejan un significativo incremento en capturas e importe global en primera venta de subasta a la baja.
En 2015, los kilos capturados y subastados en la lonja fueron 2. 534.997. Con un valor de 3.783.750 euros. La demanda de pescado azul de calidad también ayuda. De la lonja pesquera local se abastezca una importante cadena de supermercados ha mantenido un margen de precios decente, pese a que este sector primario siga gestionándose por la tradicional subasta a la baja. Esa demanda de la cadena de alimentación para abastecer a sus establecimientos del sur de la provincia y Murcia ha permitido que cierto margen de rentabilidad. En otros periodos de esta actividad económica los pescadores llegaban a arrojar sus capturas al mar porque el coste de desembarcarlas era mayor que lo que iban a obtener de la venta.
También la flota ha conseguido de los mayoristas un precio fijo para la alacha y otras especies de pescado azul d menor valor comercial para el mercado del consumo humano, que incluso se destinan a la elaboración de harinas.Falta inversión
La Cofradía de Pescadores, pese a su exigua flota compuesta por cuatro pesqueros de cerco y una decena de embarcaciones de artes menores, se ha convertido en una entidad que dota de servicios a otras flotas, debido su ubicación privilegiada, en el límite entre la provincia de Alicante y el Mar Menor y la extensión de sus destartaladas instalaciones. Las flotas de cerco murcianas además encuentran en la lonja servicios básicos, como el suministro eléctrico a los barcos, a un precio muy reducido.
La Generalitat, pese a recaudar tres millones de euros anuales por las concesiones de la rada torrevejense -unos cien mil metros cuadrados entre las tres marinas- no ha no ha llevado a cabo desde hace años ninguna inversión económica de importancia. Por ejemplo, la fábrica de hielo y el muelle de abrigo se sitúan junto a un solar de tierra de 11.000 m2.
