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Carlos IV recupera su lugar en Callosa de Segura

El Ayuntamiento rescata el segundo pedestal de piedra instalado en 1802 para engalanar la localidad al paso de la comitiva real. El monolito dedicado al rey permanecía en dependencias municipales mientras el de la reina sí estaba expuesto en la Rambla

Pedestal de piedra que soportaba el busto del rey Carlos IV, que acaba de ser recuperado. mary parra

El día 20 de diciembre del año 1802 Callosa de Segura recibió la visita de la corte real española encabezada por Carlos IV y María Luisa de Parma. Para conmemorar ese acontecimiento se decoró la ciudad y se instalaron dos pedestales de piedra marmórea que sostenían bustos de medio cuerpo de los monarcas. Pero con los años esos símbolos desaparecieron y hasta hace pocos días sólo permanecía expuesta la base de uno de esos monolitos, el de la reina, ubicado en la Rambla. Ahora el Ayuntamiento ha recuperado el otro, el dedicado al rey, que estaba guardado en dependencias municipales, y lo ha colocado a pocos metros del ya existente.

El pedestal de piedra que se acaba de disponer está un tanto deteriorado. Han pasado más de dos siglos desde su creación y sólo se conserva una parte. No obstante, todavía puede leerse parte de su inscripción original, que decía «Carolus IV. Hispaniarum, et Indiarum Rex. Anno Domini MDCCCII».

La recolocación de esta gran piedra que recuerda la visita de la comitiva real se ha hecho por recomendación del Cronista oficial de la ciudad, Miguel Martínez Aparicio. El monolito ha sido limpiado por las brigadas municipales y se ha instalado sobre una base similar a la ya existente.

En su informe, Aparicio recoge algunos extractos del historiador José Montesinos, que en sus escritos plasmó cómo los callosinos adornaron las calles, las plazas y las entradas y salidas a la villa para recibir a la comitiva real. Fue el 20 de diciembre del año 1802, era lunes y todo ocurrió todo entre las 15 y las 16 horas. La caravana se dirigía hacia Orihuela y llegaba desde el vecino término municipal de Cox. Los monarcas se encontraban realizando una visita a numerosas ciudades españolas y recalaron en la comarca de la Vega Baja.

El municipio colocó nuevos adoquines y adornó con árboles el camino que iba desde el Convento de los Padres Religiosos Descalzos a la Rambla, que era entonces el límite del casco urbano. La zona pasaría a llamarse entonces Paseo de los Reyes.

Con los años esos pedestales de piedra con los bustos de los reyes se perdieron. Fue en 1989 cuando se recuperó el primero de ellos, el dedicado a la reina. Apareció mientras se realizaban las obras de cimentación de un edificio junto a la Rambla. El otro, el del Rey, apareció en el año 1993 durante otros trabajos de construcción y también había sido utilizado como parte de los cimientos de una casa.

Ahora los dos pedestales de piedra se exponen junto a cada una de las aceras en las que comienza la Rambla Alta, muy cerca del lugar por el que hace 214 horas cruzó la comitiva real a su paso por Callosa.

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