«Todo empezó como un juego de un niño que se fijaba en la tele y se imaginaba las guerras que veía en ella, con sus Playmobils. De pequeño, jugar a los soldados era lo más normal, hasta que entendí que la gente que moría en la guerra no se levantaba al día siguiente, mientras que yo sí volvía a jugar con los Playmobil que mataba». Fue así, según cuenta el propio concejal socialista Víctor Ruiz, cómo decidió, con tan solo 12 años, mandar una carta al entonces presidente del gobierno, José María Aznar, interesándose por la guerra de Irak. Una correspondencia que realizó «en secreto, nadie en mi casa lo sabía». Al menos, hasta que llegó la contestación del presidente. «Víctor, ¿qué has hecho?», fue la pregunta de su madre al recoger del buzón una carta remitida por el presidente, a su hijo. La respuesta llegaría, sin saberlo, años después: comenzar una carrera política por «vocación, que así es como entiendo que debe ser la política», apunta Ruiz.
Esta fue la primera de muchas correspondencias, pues tras la de Aznar llegaron las que remitió a Bush, cuestionándole sobre el mismo conflicto bélico, pero también a los representantes políticos de numerosos países como Francia, Portugal, Israel, Brasil, México o Venezuela, sobre asuntos de política internacional. Y, por supuesto también a Zapatero, aunque esta la escribió «cuando ya estaba formado ideológicamente». Sin embargo, y a modo anecdótico, reconoce, con una sonrisa, que le da rabia «que Aznar me contestara en persona y Zapatero -el expresidente del partido al que pertenece Ruiz- no, lo hizo a través de su gabinete». Sin embargo, su formación ideológica llegó con el paso de los años, ya que «yo pensaba que todo el mundo era del PP. Gobernaba en todos los sitios, así que tenía que ser el mejor. En mi casa nunca se ha hablado de política. Pensaba que mis padres también eran del PP, aunque nunca nos han inculcado nada».
Otro de los «juegos de niños» que contribuyó a esa pasión por la política fue el hecho de que «jugaba a aprenderme las banderas de lospaíses, con el nombre de sus presidentes. Hacía dibujos de unos y otros, y jugaba a aprendérmelos. Me gustaba mucho la geografía». Ruiz aún conserva esos dibujos, a modo de fichas, en los que anotaba el nombre del presidente junto a un fiel reflejo de la bandera. «Todo esto lo hacía en clase, por supuesto, sin prestar atención a lo que decía el profesor», confiesa.
Tras estas primeras cartas que sirvieron como una introducción temprana a la política, comenzó a «acudir a la biblioteca para sacar libros sobre política internacional y sobre historia». Pese a su labor como concejal de su ciudad natal, Orihuela, lo que le introdujo a la política fue su interés por lo internacional. Una motivación que mantiene a día de hoy con «suscripciones a muchas revistas y siguiendo la actualidad a través de medios nacionales e internacionales». De hecho, su referente político es el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, «un hombre joven que está transformando la política».
Pese a todo esto, optó por estudiar Derecho y no Ciencias Políticas «porque pensaba que no tenía salida, de lo que ahora me arrepiento, pero no descarto estudiar la carrera en un futuro». Todo y pese a que «yo ya he hecho en política todo lo que tenía que hacer -ser concejal- y no aspiro a nada más. Además, creo que esto debe ser temporal y esta será mi última legislatura, por lo que estaré al 100% hasta el final».
