Las agresiones ambientales se multiplican en el ámbito de protección futura de Sierra Escalona y Dehesa de Campoamor coincidiendo con el proceso público que va a desembocar en la protección de miles de hectáreas como Paisaje, y también como futuro Parque Natural. Ambas figuras llevan aparejadas la puesta en marcha además de personal de vigilancia. La última intervención de movimientos de tierra y roturación sin autorización se ha producido en una amplia zona de bancales de secano situada junto a la carretera de Rebate, en término municipal de Orihuela, y que ha sido denunciada por Amigos de Sierra Escalona. El espacio natural es reconocido por albergar una de las mayores densidades de población de búho real del mundo, y la mayor de Europa, además de dar cobijo a otras muchas especies de aves rapaces, por su especial configuración de pinar y mosaico de matorral y de bancales de secano.

Además siguen produciéndose, de nuevo, en la zona de , en San Miguel de Salinas, pese a que la Policía Local, la Guardia Civil, y los agentes ambientales de la Generalitat han acudido a la zona a paralizar los movimientos de tierras en varias ocasiones.

En este caso existe una orden por parte del Ayuntamiento de San Miguel de Salinas de que los promotores de movimientos de tierras se abstengan de actuar en zonas delimitadas como suelo forestal, y para que realicen un estudio arqueológico antes de abordar cualquier actuación, en previsión de la afección a un yacimiento íbero.

Incluso en las áreas con mayor protección como LIC y Zona de Especial Protección para las AVES aparecen ahora nuevas construcciones de viviendas unifamiliares. En uno de los casos, el de un solar construido con una vivienda de grandes dimensiones en las cercanías de la umbría de Sierra Escalona, los propietarios continúan la actuación sin autorización peses a tener abierto un expediente de disciplina urbanística, tras aparecer la construcción en este diario.

Amigos de Sierra Escalona (ASE) ha pedido a todas las administraciones competentes, desde los tres ayuntamientos con término en el paraje -San Miguel de Salinas, Orihuela y Pilar de la Horadada-, hasta la Generalitat y el Seprona de la Guardia Civil que redoblen sus esfuerzos en estos momentos para evitar que se siga actuando con impunidad.

Demanda

El colectivo proteccionista considera que este aluvión de pequeñas y grandes actuaciones sin autorización tienen como objetivo final rebajar el valor ambiental de las zonas afectadas, y que no sean incluidas en la futura delimitación del parque natural.

De hecho, en el caso de San Miguel de Salinas las roturaciones y movimientos de tierra detectados en el Cabezo de la Mina y La Finca Lo Zafra, junto en la carretera que une Torremendo con la CV-95, «coinciden» con las zonas que el Ayuntamiento quiere que no se incluyan en la nueva delimitación, con el criterio de que cuentan supuestamente con menor valor ambiental, y sí demanda de nueva construcción y actividades que no se pueden desarrollar con una protección.