La yesera del entorno de Lo Masera y Lo Rufete cuenta con un nivel de protección ambiental europeo, estatal y autonómico superior al que pueda disfrutar un hayedo del norte del país. Es un hábitat único en España. Bajo esa vegetación alternada con antiguos campos de almendro de secano, la filtración de agua durante cientos de años en los yesos, un material kárstico, ha creado la desconocida sima de La Parra, una cavidad subterránea de más con formaciones de estalagmitas y estalactitas. A nadie se le ocurre arrasar un hayedo, sin más. Pero en los últimos días una empresa agrícola ha acabado con 28 hectáreas de la vegetación gipsícola propia de la yesera, que desafortunadamente no tiene la postal de otros paisajes -está rodeado por huerta regada del por el trasvase, en la carretera que une San Miguel de Salinas-.
Quien le echó el ojo a los terrenos, una importante empresa murciana, y compró las 116 hectáreas de Villa Berta, para roturar y transformarlas en cultivo de riego quizá interpretó que podría actuar sin problemas. Sin ningún tipo de autorización, ni estudio previo, al que está obligado. A la desaparición de la vegetación se suma el efecto sobre las simas, que habían sido exploradas por un equipo especializado recientemente. El movimiento de toneladas de tierra ha modificado las escorrentías que vertían en la yesera. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) levantó acta y denunció la roturación ilegal del paraje y ha «recomendado» al promotor agrícola que paralizara la obra. También ha denunciado la actuación la guardería fluvial de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) por alterar los cauces de dominio público y escorrentías. Ayer, a la zona, también acudieron agentes ambientales de la Generalitat Valenciana y agentes de la Policía Local a levantar acta.
Amigos de Sierra Escalona (ASE) va a trasladar, por su parte, su propia denuncia por la actuación que se ha llevado a cabo sin ningún tipo de control, y por parte de la misma empresa que ya fue denunciada hace unas semanas por aterrar parte de la rambla de la Fayona, también para transformar tierras en campos de regadía, que no contarían con dotación de agua. La firma no ha restaurado la rambla a su estado original. ASE destaca que la actuación con gran impacto ambiental se está llevando a cabo en una zona que constituye un pasillo ecológico entre el futuro parque natural de Sierra Escalona y el Parque Natural de las Lagunas de Torrevieja y La Mata. Varios conservacionistas se habían puesto en contacto con la empresa en los últimos días para ofrecer su colaboración y delimitar la zona yesífera para evitar que se viera afectada. Sin embargo, la mercantil no ha aceptado este asesoramiento y ha actuado por su cuenta.
