El agua potable ha llegado a la pedanía oriolana de Barbarroja 56 años después de que llegara al centro de Orihuela. Aunque parezca difícil de creer, a estas alturas del siglo XXI, aún hay lugares en los que para abastecerse de agua tienen que valerse de un pozo. Era el caso de Barbarroja, la pedanía más alejada de Orihuela con un centenar de vecinos.

El «ingenio» técnico para la llegada del agua potable a esta zona tan sólo ha costado 128.609 euros que los ha sufragado la Diputación de Alicante. Tras 4 meses de trabajos, a cargo de Hidraqua, la llegada del agua potable a los grifos de Barbarroja es ya una realidad.

Ayer, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, se desplazó junto a tres ediles de su equipo de Gobierno -Juan Ignacio López-Bas, Dámaso Aparicio y Víctor Valverde- y el también concejal del PP y diputado provincial de Ciclo Hídrico, Francisco Sáez, para firmar la recepción de las obras, que han contemplado la instalación de una conducción de interconexión de las instalaciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla en Hondón de los Frailes con la conducción procedente del pozo Galiana, única fuente de suministro con la que contaba hasta ahora Barbarroja y que presentaba problemas de calidad y un considerable descenso de su nivel, aprovechando parte del trazado.

Degustación

Al acto asistieron numerosos vecinos que pudieron degustar, por primera vez, el agua que beberán a partir de ahora. Los políticos, además, tuvieron la oportunidad de comparar el sabor del agua procedente del pozo y la que llega desde los Canales del Taibilla, en una carpa que se instaló y donde se ofrecieron ambas aguas.

«El gobierno anterior dejó pasar unos fondos europeos para financiar esta obra pero conseguimos el dinero y ahora hay agua de buena calidad y suficiente, y tenemos que lograr acercar más el casco de Orihuela con la bonita pedanía de Barbarroja», señaló Bascuñana.

Por su parte, Sáez indicó que «ya disponen los vecinos de la pedanía de la misma agua que beben en el centro de Orihuela y en la Costa».

«Picores y mal sabor»

Los vecinos recibieron con satisfacción la llegada del agua potable aunque, en realidad, pocos eran los que bebían la del pozo ya que la mayoría de hogares cuentan con aljibes para suministrarse agua de lluvia, ante el mal sabor y color de la del pozo. «Para fregar no estaba mal, pero para beber estaba muy mala» señaló una de las vecinas, Antonia Davó. Otra, Lidia Amorós, comentó los problemas que tienen para ducharse ya que «cuando sales del baño tienes picores y nos tenemos que echar cremas, y qué mal sabor, venía con tierra y todo». Bernardo Bonete, otro vecino, explicó que el problema era «que el agua sabía mucho a sal y ahora hasta la ropa de la lavadora se limpiará mejor y saldrá más suave».

Por su parte, el alcalde pedáneo de Barbarroja, Antonio Galiana, que insistió mucho para solucionar este problema, no podía ocultar su felicidad por «haber mejorado la calidad del agua un 200 %» y pidió calma a los vecinos ya que «tardará unos días en llegar el agua del Taibilla a todas las casas».Galiana recordó los problemas que han tenido con el agua del pozo, no sólo por su mala calidad, también por los problemas de abastecimiento. «Cuando se rompía la bomba nos tirábamos cuatro días sin agua», explicó.