Carlos Ramírez es el alcalde de San Fulgencio, dirige los plenos y el Partido Popular -del que supuestamente se ha marchado- le sigue dando cobertura en las votaciones. Nada de eso sería extraño si no fuera porque el juzgado de lo Penal lo ha condenado a ocho años de inhabilitación para ocupar cargo público por un delito de prevaricación administrativa, sentencia que no sólo ha recurrido ante la Audiencia Provincial sino que ha pedido que se ejecute ya, por incompatible que pueda parecer ambas decisiones.
El grupo municipal socialista, como el resto de la oposición, se muestra aturdido ante esta insólita situación y ha llegado a la conclusión de que él y el PP «se están riendo» de los vecinos de San Fulgencio porque siguen trabajando juntos, al punto que el PSOE duda de que haya dimitido y menos que haya sido expulsado o expedientado tras este asunto que, en teoría, debería haber acabado con su carrera política. Nada más lejos de la realidad, asegura.
«Tras conocer la sentencia que lo condenaba -dice el PSOE- anuló el pleno convocado para el día 7. Estuvo dos semanas desaparecido del Ayuntamiento para volver a celebrar dos comisiones, una de ellas del máximo interés ya que da vía libre a la adjudicación del contrato de las basuras» que, como ya ha publicado este diario, es por 22 años y un montante de 16 millones de euros.
Según los socialistas, «ahora manifiesta que representa al grupo municipal del Partido Popular» y critican las «prisas para adjudicar este contrato al saber que su vida política está llegando a su fin». San Fulgencio lleva cinco años sin contrato por este servicio y, según la oposición, en este lustro ha abonado 4,2 millones por la recogida «saltándose la ley, sin importarle lo más mínimo lo ilegal de esta situación». A pesar de ello, lo cierto es que el PSOE ha presentado dos denuncias en la Fiscalía Anticorrupción y ambas se han archivado. Y, mientras, Ramírez sigue al frente del Ayuntamiento con los votos del PP.
