Una familia de Alcalá de Henares (Madrid) se encontró ayer sobre las oche de la tarde con una sorpresa de lo más impactante en los sofás que tenían en el porche de acceso cuando llegaron a su casa de vacaciones en Torrevieja -además de llevarse un buen susto-.

Entre los dos sofás apilados en el acceso a la casa había una colmena de abejas con varios panales de 25 kilos. Inmediatamente después del hallazgo llamaron a los servicios de emergencia. Además, con cierta preocupación porque uno de los residentes es alérgico a las picaduras de estos insectos, según ha informado el Consorcio Provincial de Bomberos. La casa no había sido abierta desde el verano anterior por lo que los insectos han tenido tiempo de sobra para realizar el enjambre sin ser molestados.

Los bomberos de Torrevieja están habituados a este tipo de situaciones. Los efectivos van pertrechados con equipos especiales de apicultor para evitar picaduras. Lo que hacen es retirar a la reina del enjambre y ubicarla en una caja especial para que poco a poco le sigan el resto.

Las abejas realizan este tipo de enjambrazón para crear una nueva colmena en primavera -como un mecanismo natural de reproducción de una colonia- en cualquier lugar en los que dispongan de agua y vegetación, Aunque las lluvias no han sido muy intensas en los últimos meses sí han sido más frecuentes de lo habitual. Cuando se ubican en un lugar fijo comienzan a realizar la colmena con los panales. Es decir, los panales de ayer llevaban meses en ese sofá. Normalmente no son peligrosas si no se les molesta pero es recomendable retirarlas de zonas urbanas o habitadas.

Una vez retirada la colmena con los panales se entregan a un apicultor para que pueda reubicarlo -las abejas están protegidas y las colmenas no se pueden destruir, ni es recomendable hacerlo, sin asistencia especializada-.