A Alfonso Ortuño Salar -un oriolano de Torrevieja, o un torrevejense de Orihuela- se le podía ver esta semana rumiando y escuchando habaneras y polifonías sentado sobre esos sillares junto al mar, que en el siglo XVIII alguien ideó, sin quererlo, para escapar un rato de la solemnidad de asientos de plástico fino del aforo de las Eras de la Sal.

El resultado de la memoria de Ortuño del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía y la experiencia de esta edición, que está a punto de culminar, son unas viñetas de pintor, caricaturista, dibujante, escritor y gran conversador que dicen mucho a quienes no conozcan el encuentro coral, y casi todo para quienes sí sean aficionados a las noches de habaneras junto a la bahía de Torrevieja.