La gestión del centro de protección animal de Orihuela y de la recogida de animales abandonados en el municipio se presta desde hace casi un mes sin contrato, al haber caducado el vigente. La asociación Asoka el Grande renovó, en febrero de 2017, la gestión de este importante servicio, con un contrato, por 159.720 euros anuales, que se establecía por dos años más otros dos de posible prórroga, tiempo que ya ha expirado sin que el Ayuntamiento haya sacado la nueva licitación para evitar esta situación.
El servicio lo seguirá prestando la actual adjudicataria, ya que se considera como esencial y, por tanto, no puede pararse, pero las facturas que mensualmente pase al consistorio para el cobro tendrán reparos de Intervención, que deberá levantar Alcaldía para evitar el impago. Un hecho al que parecen estar ya acostumbrados en el equipo de gobierno de Orihuela, de PP y Cs, ya que mantiene varios servicios con los contratos caducados y pagando facturas con reparos. La portavoz del PSOE, Carolina Gracia, denunció hace que la Concejalía de Hacienda «convierta en habitual un procedimiento excepcional», tras desvelar que el Ayuntamiento lleva pagados desde que se inició el año más de dos millones de euros en facturas con reparos.
Fuentes del gobierno local admitieron que la licitación del contrato para la gestión del centro de protección animal y recogida de animales abandonados tendría que haberse realizado hace meses para evitar que el contrato expirara. No obstante, aseguraron que ya se ha solicitado a la Concejalía de Contratación, que tiene pendientes innumerables renovaciones contractuales, una nueva licitación y que se hará con una serie de mejoras del servicio que ahora presta, de manera impecable, Asoka el Grande. Las nuevas condiciones que tendrá el pliego obligarán a aumentar el presupuesto del contrato, que actualmente no llega a los 160.000 euros al año.
En las instalaciones del centro de protección animal de Orihuela, en la pedanía de San Bartolomé, se custodian unos 200 animales, principalmente perros y, en menor medida, gatos, pero también se ocupan de cerdos o caballos, entre otros animales, para darles los mejores cuidados tras llegar allí al ser abandonados u otras circunstancias. Después se busca una nueva familia para ellos. El Ayuntamiento adjudicó a la asociación protectora Asoka la gestión en 2017 tras estimar los técnicos su recurso al haber quedado excluida del proceso, que se disputaba con una empresa. Sus voluntarios se encargan de que los animales estén en las mejores condiciones.
