Vender la piel del oso antes de cazarlo. Es una expresión que resume muy bien lo que la Concejalía de Infraestructuras del Ayuntamiento de Orihuela ha hecho con el proyecto para construir una rotonda de acceso al polígono industrial Puente Alto de Orihuela. El pasado 9 de abril, el diputado de Infraestructuras, Javier Gutiérrez, y los concejales de Urbanismo, José Aix, e Infraestructuras, Ángel Noguera, los tres de Cs, anunciaron en la entrada del polígono el proyecto para eliminar la intersección actual y construir una glorieta, que cuenta con una subvención aprobada por la Diputación dentro del Plan Planifica. Sin embargo, esa «venta» del proyecto la hicieron antes de obtener el obligatorio permiso del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ya que la rotonda se proyecta en la carretera N-340, estatal, y sobre la que ni Ayuntamiento ni Diputación tienen competencia. Sin embargo, la Dirección General de Carreteras ha desaprobado, de momento, la construcción de la glorieta por las deficiencias encontradas en el estudio de movilidad que le remitió el Consistorio el 26 de marzo y da un plazo de tres meses para corregirlas o tumbará definitivamente el proyecto, según el oficio remitido al Consistorio al que ha accedido INFORMACIÓN.
El pasado mes de junio, responsables de la Concejalía de Infraestructuras trasladaron al Ministerio la intención de eliminar un punto negro de la N-340 con la construcción de una rotonda, que el organismo estatal propuso que la ejecutase el Ayuntamiento, una vez dado el visto bueno de Carreteras al proyecto constructivo. En diciembre, el Ministerio solicitó a la Concejalía de Infraestructuras un estudio de tráfico, movilidad y seguridad vial, que el Consistorio ha sufragado y que envió en marzo. Dicho estudio, de 44 páginas, contiene «deficiencias» a juicio de la demarcación de Carreteras, que pide a Infraestructuras subsanarlas en un plazo de tres meses y suspende el periodo de 6 meses para la tramitación del expediente.
Carreteras señala que el estudio de tráfico presentado señala un valor reducido de la intensidad de tráfico en la N-340 Sur a Norte, respecto a los datos de aforo realizados por ese organismo estatal. Además, pone de relieve que no se ha realizado un análisis de la evolución del nivel del servicio de la vía en el año horizonte, de la intersección proyectada respecto de la existente, y que tampoco aporta un estudio de seguridad vial en relación con una previsión de accidentalidad. La Demarcación de Carreteras concluye que la glorieta que se pretende construir «no debe reducir de forma relevante el nivel de servicio de la carretera N-340 respecto a la intersección actual» y que, de la misma forma, «no debe producirse una previsión de aumento significativo de la accidentalidad, como consecuencia de la implantación de un nuevo diseño de dicha intersección». Y pone el foco en que no se ejecutan los sectores previstos allí del PAU que incrementarían el tráfico (ni se harán al ser una zona inundable).
En definitiva, con los datos aportados, la construcción de la rotonda, según el Ministerio de Transportes, no mejoraría el nivel de servicio de la vía, cuyo objetivo es transformar la actual intersección en «T» con carriles centrales de giro a la izquierda desde la carretera N-340, en una glorieta que mejore la accidentabilidad del cruce y el acceso en horas punta al polígono. Desde la Concejalía de Infraestructuras se limitaron a decir, a preguntas del diario, que remitirán un nuevo estudio con las correcciones y que es una demanda de los empresarios del polígono para acabar «con la peligrosidad de la actual intersección». Por su parte, la portavoz del PSOE, Carolina Gracia, se refirió a la «rotonda en el aire» criticando que el Consistorio «venda el proyecto sin tener todos los permisos y condicionando una subvención».
