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Los padres del centro y la residencia Oriol se echarán a la calle por el «ninguneo» de Orihuela y el Consell

Anuncian movilizaciones para reclamar a ambas administraciones un espacio definitivo para los 65 usuarios con diversidad funcional - Desde la DANA les han ido trasladando de un lugar a otro

Las instalaciones del Centro Ocupacional y Residencia Oriol, en el Palmeral, están abandonadas desde que se inundaron por la DANA, expuestas a saqueos y vandalismo. | TONY SEVILLA

«Hemos tenido mucha paciencia, nos están mareando, y la confianza en que tanto el Ayuntamiento de Orihuela como la Generalitat den una solución definitiva a los 65 usuarios del Oriol se ha acabado, porque nos están ninguneando». Así de contundente se muestra a INFORMACIÓN el presidente del AMPA del Centro Oriol, Antonio Trujillo, 20 meses después de la DANA que destrozó el centro y la residencia para los usuarios con diversidad funcional, sin que se haya arreglado desde entonces ni se les haya trasladado a una ubicación definitiva. «Todavía no sabemos dónde ni cuándo tendremos la Residencia y el Centro Ocupacional Oriol», lamentan los familiares, a quienes ni el Ayuntamiento ni la Generalitat les dan una solución definitiva. Por ello, anuncian que se echarán a la calle con movilizaciones tanto en Orihuela como en València «porque hemos decidido dejar de ser invisibles, que se nos vea y se nos oiga, basta ya de tomarnos el pelo», dice Trujillo.

En estos 20 meses, el AMPA Oriol ha mantenido 15 reuniones con el Ayuntamiento de Orihuela y con la Generalitat «y lo único que hacen es echarse la culpa unos a otros de esta situación, sin resolver nada», se quejan los familiares. Están cansados de promesas y compromisos por ambas administraciones que «no cumplen con los plazos ni las fechas anunciada, nos han dado muchas ya, se ríen de nosotros», se queja Rosi Vegara, del AMPA del Centro Oriol.

Las instalaciones que, hasta septiembre de 2019, acogieron el Centro y Residencia Oriol, en el Palmeral de Orihuela, sucumben desde entonces al más absoluto abandono y dejadez por parte de las administraciones competentes. El flamante edificio ha quedado a merced de los saqueos y el vandalismo ante la falta de vigilancia y control. Mientras tanto, los 25 residentes (17 tutelados por la Generalitat) han ido dando tumbos por la comarca desde que se vieron obligados a abandonar su hogar. Los han reubicado hasta en seis hogares distintos en año y medio: han pasado por casas de familias de acogida, una residencia universitaria, un hostal en Orihuela, un albergue de verano en Guardamar, un chalet en La Mata y la residencia del Centro de Discapacitados de Torrevieja, construida en 2010 y que los usuarios del Oriol inauguraron, «pero ese no es su sitio, deben estar en Orihuela», matiza Vegara. «Los tienen como si fuesen maletas que no se sabe qué hacer con ellas, de un lado a otro como el baúl de la Piquer», dice Trujillo. «No hay derecho a que no se les dé una respuesta definitiva, es un escarnio y un ninguneo», añade, y pide el apoyo de la ciudadanía «para que no se nos trate como a ciudadanos de segunda».

En el caso de los 40 usuarios del centro ocupacional, dan sus terapias y talleres en el Centro Cívico de La Aparecida «con aulas pequeñas, apenas hay espacio y no pueden seguir la rutina que necesitan», explica Trujillo. Todo, tras haber pasado por otros dos lugares provisionales. «Hay usuarios con depresión y con problemas de adaptación porque son personas con una sensibilidad especial que allí no reciben el contacto que necesitan, por falta de espacio, ni los programas de plena inclusión social y laboral, afectándoles muy negativamente en su estado emocional y desarrollo cognitivo».

El Ayuntamiento ha alquilado un chalet en Hurchillo, por el que paga 3.000 euros al mes, donde iba a trasladar a los usuarios de la residencia hace más de un año. Incluso se llegó a preinaugurar con su presencia. «Fue un paripé, una vergüenza, los chavales se sienten engañados y decepcionados», asegura Trujillo. Las obras para adecuarlo llevan tiempo paradas y no fue hasta enero cuando se aprobó el arrendamiento.

La reciente reunión entre la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, el alcalde Orihuela, Emilio Bascuñana, y la edil de Bienestar Social, Almudena Baldó, lejos de calmar los ánimos de los familiares del Oriol, los ha encendido más. El Ayuntamiento presentó a la Conselleria el proyecto que ha redactado para rehabilitar las instalaciones del Palmeral, por más de un millón de euros, para que pague las obras. Pero no convence al Consell, que no tiene la seguridad de que no se vuelva a inundar. La consellera, no obstante, aseguró estar trabajando en «una solución definitiva». Los familiares no se fían. «Lo que dicen unos, lo contradicen los otros», dice Vegara. «Nos sentimos abandonados, nos engañan e ignoran, no confiamos ya en nadie», zanja Trujillo.

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