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La calidad del limón de la Vega Baja se impone en Europa y eleva su precio

La campaña comienza 0,70 euros el kilo y se beneficia del mal producto que ofrecen sus competidores, lo que ha ocasionado un desabastecimiento en la UE - La comarca copa el 40% de la cosecha y sube la demanda de sello ecológico

Imagen de la recolección de limón en el campo de la Vega Baja

Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante prevé que la próxima campaña del limón de la Vega Baja del Segura se desarrolle con precios favorables para los productores debido al buen contexto en el que arranca el ejercicio. Por un lado, por el desabastecimiento actual del mercado europeo por la llegada a cuentagotas de las importaciones de este cítrico del hemisferio sur y, por otro, por un descenso de producción de la variedad Verna del 50% en la Vega Baja. Algo provocado por tres factores: un año anterior de gran cosecha, las consecuencias que aún siguen aflorando de la DANA, de la que muchos árboles aún no se han recuperado, y las abundantes lluvias del mes de abril, que afectaron a la floración de los árboles.

Las primeras compras de limón se están haciendo a 0,7 euros el kilo para la modalidad «de un corte». El volumen es escaso todavía. Son los primeros del ejercicio y se ponen en el mercado de primera venta entre el 15 de septiembre y finales de octubre. Y para todo el limón de cosecha se estima que el precio se situará entre los 0,35 y 0,55, en función de la calidad y precocidad del producto, según las mismas fuentes.

Para que se den esos precios y se sostengan van a confluir factores internos y externos. El cítrico del hemisferio sur está llegando con cuentagotas al exigente mercado europeo como consecuencia de las plagas, la presencia de sustancias nocivas y prohibidas detectadas en los controles y no autorizadas, y el fuerte incremento de costes del transporte marítimo por la falta de contenedores. Y por otra parte, la Vega Baja, zona que ostenta el 40% de la producción nacional y casi el 30% de la facturación, la campaña se presenta con un importante descenso de cosecha de la variedad Verna, que alcanza el 50%, pasando así de unas 130.000 toneladas que se produjeron el pasado año, a 60.000 o 70.000 que se esperan recolectar este ejercicio. Algo que tiene impacto en el precio al alza.

La misma fuente indica que después de una campaña ruinosa (2020-2021), en la que ASAJA Alicante estimó unas pérdidas económicas en el limón de la Vega Baja de 110 millones de euros (85 millones de euros para el limón Fino y 25 millones para la variedad Verna), este año los agricultores esperan recuperarse y vaticinan una buena campaña 2021-2022, debido al contexto favorable actual al confluir esos factores.

«Todos los indicadores nos llevan a pensar que la presente campaña del limón 2021-2022 de la Vega del Segura se va a encontrar en las próximas semanas en una buena posición para negociar y generar múltiples operaciones con precios favorables para el productor», afirma el presidente de Jóvenes Agricultores Alicante, José Vicente Andreu. El representante de Asaja matiza que «nos enfrentamos a una campaña también con algunas sombras. Es cierto que pensamos que este año los precios en origen van a ser netamente superiores a los del ejercicio anterior. Pero no hay que pasar por alto que los árboles portan menos kilos, por lo que la rentabilidad podría bajar». 

Los datos

Más del 90% de las diez mil hectáreas plantadas con limonero en la provincia de Alicante están enclavadas en la Vega Baja, con un crecimiento cada vez mayor del producto con sello ecológico. Algo que demanda el mercado europeo aunque eleve el precio

Asaja insiste en la incertidumbre a la hora de garantizar los recursos hídricos en la principal amenaza de la estrella de la producción agraria del Bajo Segura. Según los expertos del Instituto del Agua de la Universidad de Alicante el cultivo de limón en la provincia requiere de una demanda hídrica de 70 hectómetros cúbicos al años, el mayor volumen de toda la agricultura de la provincia junto al naranjo. 

Y es que en una campaña estándar el limón que se produce en la provincia de Alicante, concentrado en el Bajo Segura factura del orden de 110 millones de euros anuales. Es el de mayor peso económico seguido de lejos por la uva de mesa, con 66 millones y el naranjo con 51. Los agricultores, según el sindicato agrario, piden por otra parte, a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que cese en los recortes continuos al trasvase Tajo-Segura en Nivel 3, cuando sus propios técnicos y la Ley del Memorándum aconsejan el envío de 20 hectómetros cúbicos, con la finalidad de disponer de agua suficiente para el desarrollo de la campaña de la fruta en condiciones óptimas.  

Por ello, y con la finalidad de que este Gobierno no deje la campaña de frutas y hortalizas de invierno del sur de la provincia a merced de la climatología, ASAJA Alicante solicita al ejecutivo que a partir del mes de septiembre se ciña a lo que marca la Ley del Memorándum del trasvase y a lo que, bajo un criterio técnico y cualificado, los técnicos de la Comisión Central de Explotación aconsejan trasvasar cada mes en Nivel 3, de tal forma que cesen los recortes continuos y sean una constante los trasvases estipulados por la ley, de 20 hectómetros cúbicos al Levante, con la finalidad de dotar de estabilidad y seguridad las plantaciones que tienen que llevar a cabo los empresarios agrícolas en nuestra provincia. 

La inestabilidad hídrica es la principal amenaza para la producción

Si hay un aspecto que preocupa a los agricultores de la provincia, según Asaja, es la «inestabilidad hídrica» que, a su juicio, está generando la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera», que «sigue en su tónica de recortar cada trasvase mensual del Tajo-Segura mientras el acueducto se mantenga en Nivel 3, umbral en el que ella tiene potestad y la última palabra, incluso en contra de lo que aconseje su propio Comité de Expertos». 

ASAJA lamenta que las buenas perspectivas se vean ensombrecidas por el recorte del trasvase

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«Desgraciadamente, el plan de la ministra es recortar toda el agua que pueda llegar al Levante», según la misma fuente, que añade: «Ya lo ha hecho este verano por dos vías; aprobando en el último consejo de ministros de julio un Real Decreto que marca disminuir la cantidad a trasvasar de 38 a 27 hectómetros cúbicos cuando los embalses de Entrepeñas y Buendía estén en nivel 2 y los envíos son automáticos, lo que supondrá un recorte anual de hasta 60 hectómetros cúbicos al año»; y recortando el trasvase de agosto, con lo que la cuenca del Segura, en pleno verano, solo recibió 6,5 hectómetros, la mitad del máximo que correspondería en el actual Nivel 3 y de lo que aconsejaron sus propios técnicos de la Comisión Central de Explotación. Un recorte que ya es habitual en la política del Gobierno socialista siempre que los desembalses dependen de la decisión de la ministra», lamenta ASAJA.

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