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Orihuela asumirá la gestión de las fincas privadas que hay en el Palmeral

El Ayuntamiento pretende que todo el BIC sea de uso público e implanta la figura de custodia del territorio para recuperar las parcelas abandonadas y avanzar en un plan de gestión integral

El 40% de la superficie del Palmeral es de titularidad municipal. | TONY SEVILLA

El Palmeral de Orihuela, el segundo más importante de Europa, cuenta con 9.000 palmeras datileras de las que 3.000 se encuentran repartidas en unas 30 propiedades privadas. Esto es, solo el 40% de la superficie de este Bien de Interés Cultural es municipal. Para ampliar el ámbito de protección la Concejalía de Medio Ambiente se ha propuesto adquirir parcelas privadas para recuperar «un uso público», manifestó ayer el concejal Dámaso Aparicio, que añadió que «mientras eso ocurre, vamos abriendo otras vías como único camino para seguir avanzando en una gestión integral».

En este sentido, anunció que se ha puesto en marcha la «custodia del territorio», una figura que contempla la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y que recoge la Ordenanza Municipal de la Palmera Datilera, que ofrece una gestión adecuada por parte del Ayuntamiento a la propiedad privada que no pueda afrontar su mantenimiento. Además de los procedimientos de ejecución subsidiaria y las multas coercitivas en caso de n realizar las labores para su correcta conservación, la Administración local quiere «colaborar, no solo obligar y sancionar», recalcó Aparicio, por lo que animó a los titulares a acogerse a este mecanismo. De momento, ya se ha alcanzado un acuerdo con «una finca privada de 30.777 m², en estado de abandono, en la que hay 521 ejemplares, 141 monumentales por superar los dos metros». Es una de las dos que se encuentran en el sector municipal, que abarca la Avenida Doctor García Rogel hacia el barrio San Antón.

Se han iniciado las gestiones para su compra «con recursos propios, de fondos europeos o de la Conselleria» y hay un borrador de convenio que «en los próximos días se elevará a la Junta de Gobierno» para custodiar este terreno «durante cuatro años, prorrogable por periodos bianuales». Se trata, continuó Aparicio, de «una parcela estratégica que está en el corazón del espacio municipal». En palabras del biólogo municipal, Gonzalo Escudero, estas «islas» son foco de propagación de plagas como el picudo: «Es fundamental poner al día todos los ejemplares, eliminando los que estén enfermos y realizar un tratamiento integral fitosanitario». En suma, «el Ayuntamiento puede gastar recursos en mantener y cuidar su jardín, pero para que el dinero que se invierte dé sus frutos y se logren los objetivos de protección y conservación es necesario que sea en colaboración con las propiedades privadas», agregó el edil.

Un agrosistema único

Sin olvidar, comentó Escudero, que «hay que entender el Palmeral como un conjunto, un agrosistema con sus cultivos y su red de regadío que se interrumpen por estas propiedades». Lo mismo ocurre en los «andaores» tradicionales que las delimitan. En concreto, esta primera parcela que custodiará el Ayuntamiento, limítrofe con el centro de educación especial Antonio Sequeros y con el Camino de San Antón, se localiza en un entorno muy transitado. De esta forma, además de labrar la parcela y corregir los defectos fitosanitarios, se asentarán rutas internas para el disfrute de todos los ciudadanos. De ahí «la finalidad de poner en marcha todos los mecanismos legales para que estas pequeñas parcelas de propiedad privada sean de titularidad pública», subrayó Aparicio. «Las ventajas de avanzar en la custodia del territorio son innegables», concluyó Escudero.

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