La Concejalía de Limpieza Viaria y Residuos Sólidos Urbanos ha elaborado el Plan Local de Gestión de Residuos, que ofrece una radiografía actual y traza una hoja de ruta para mejorar y modernizar el servicio. Para su implantación, el Ayuntamiento prevé una inversión de 20 millones de euros en los próximos seis años. Tras un diagnóstico de la situación, se ha detectado que hay un margen de mejora de un 40%, que se traduce en un consiguiente ahorro para las arcas municipales.
«Si no se recicla, pagamos todos más y el Ayuntamiento no recibe los ingresos asociados a estos residuos», explica el concejal Dámaso Aparicio, que también destaca la importancia de las campañas de concienciación para acabar con ciertas creencias populares: «Yo lo tiro todo a la basura porque lo del reciclaje es mentira, luego lo mezclan todo». «Mejorar la recogida en origen tiene ventajas medioambientales y económicas, pero es que también es obligatorio por ley», prosigue el edil.
Además de buscar la eficiencia, este plan se adapta a la normativa que obliga a las áreas urbanas de más de 10.000 habitantes a tener uno. La ley también establece que «las entidades locales de más de 50.000 habitantes deberán disponer de una recogida puerta a puerta junto con un sistema de identificación de usuario que permita aplicar políticas económicas y fiscales», aunque por el momento pocos municipios cumplen.
Precisamente, el proyecto de Orihuela contempla una prueba piloto de recogida puerta a puerta en los domicilios, así como un sistema de pago para que el ciudadano pague en función de los residuos que genere. No obstante, conviene recordar que el impuesto de las basuras lleva sin modificarse desde los años 80. Además de adaptarse al marco normativo vigente, el plan pretende modernizar el servicio. En este sentido, destaca la instalación de sensores en los contenedores para que el gestor conozca en tiempo real su estado y pueda diseñar rutas óptimas de recogida.
También contempla un sistema de videovigilancia en los puntos negros de vertido y escombreras, con sistemas de grabación por detección de movimiento con registro de matrículas y aviso a la Policía Local, así como una prueba piloto de recogida selectiva en la costa a través de una tarjeta identificativa.
Otra línea de actuación es habilitar un área de recepción de enseres en los futuros ecoparques, que serán dos (uno en la ciudad y otro en la costa) y un espacio virtual que permita a través de una aplicación la reutilización de muebles y el intercambio entre vecinos.
En cuanto a los recursos, el plan establece la necesidad de aumentar en un 20% el número de contenedores, que actualmente ronda los 4.000, además de renovar otro 20% debido al mal estado en el que se encuentran y una reposición anual. Otra medida es crear un servicio específico de lavado. No en vano, el propio documento reconoce que la mayoría de la población coincide en la necesidad de incrementar tanto el número como la limpieza y mantenimiento. Se instalará también el quinto contenedor (o marrón), que se utiliza para reciclar la basura orgánica. Sin olvidar que habrá más maquinaria, vehículos y personal. Todo ello, concluye Aparicio, responde a la demanda de los ciudadanos y equilibra el balance económico asociado a la gestión de los residuos municipales.
Un proyecto que busca el máximo consenso
El alcalde Emilio Bascuñana y el concejal Dámaso Aparicio han presentado a los grupos municipales el Plan Local de Gestión de Residuos, el documento que a partir de un diagnóstico de la situación establece las líneas de actuación. A la reunión no asistió su socio de gobierno, Ciudadanos. El PP busca el consenso de la oposición para sacar adelante este proyecto que deberá pasar por el pleno antes de su aprobación. Los populares no quieren un bloqueo como ocurre con el servicio de recogida de basuras y limpieza viaria, que funciona en base a un diseño de hace 14 años, y que abre el debate de si su gestión, ahora directa, debe pasar a una empresa mixta.
