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Orihuela contrata a Doalco las obras de rehabilitación de los antiguos juzgados como edificio municipal

El Ayuntamiento tiene prevista una inversión de 2,5 millones de euros/ El anuncio lo ha hecho el alcalde Emilio Bascuñana por sorpresa hoy pese a que en el expediente de adjudicación no figuran ni las ofertas que han presentado a la obra pública

Edificio de los antiguos juzgados que se transformará para acoger oficinas municipales de Orihuela

La mesa de contratación ha adjudicado a la empresa oriolana Doalco la obra de rehabilitación del antiguo edificio de los juzgados de Orihuela como sede administrativa del Ayuntamiento. La obra está presupuestada en 2,5 millones de euros (IVA incluido). El anuncio lo ha hecho por sorpresa el alcalde Emilio Bascuñana (PP) este viernes en la que podría ser su última comparecencia como primer edil ante la moción de censura firmada por PSOE, Cs y Cambiemos.

Y lo ha hecho además sin que haya dado tiempo a que el perfil del contratante aparezcan no ya la valoración de la mesa de contratación de las empresas, ni tan siquiera las empresas que se han presentado al concurso. Doalco es una empresa proveedora del Ayuntamiento desde hace décadas. En estos momentos también tiene adjudicada la obra de rehabilitación las norias gemelas del río Segura -que no han empezado pese a estar adjudicadas desde mediados del 2021- y llevó a cabo la construcción del centro de emergencias de la costa.

El edificio de los antiguos juzgados, entregado por la Generalitat al Ayuntamiento como compensación por la construcción del Palacio de Justicia que sufragó el municipio, se levantó en 1975 y dispone de aproximadamente 1.850 metros útiles distribuidos entre planta baja y tres alturas. Servirá para concentrar dependencias municipales ahora distribuidas en espacios alquilados, reservando el cercano Palacio del Marqués de Arneva, ahora también en rehabilitación, como sede noble del Ayuntamiento oriolano.

El proyecto del edificio subraya que la actuación deberá tener en cuenta que el edificio está sujeto a las limitaciones constructivas del casco histórico de Orihuela, y las que impone ubicarse frente a uno de los Bienes de Interés Cultural más importantes de la provincia, la iglesia de las Santas Justa y Rufina. 

La entrega del edificio por parte de la Generalitat se produjo tras una larga negociación entre la administración autonómica y el Ayuntamiento.

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