El alcalde de Callosa de Segura, Manuel Martínez, llevará al próximo pleno municipal una moción para que Conselleria de Calidad Democrática excluya el nombre del colegio público Primo de Rivera del catálogo de vestigios de la guerra civil y la dictadura, con el fin de que "deje de atosigar" y cesen las comunicaciones y "presiones" a la dirección de "este centro histórico del municipio" para que cambien la denominación.

Todo ello viene motivado por un acuerdo plenario del 3 de marzo de 2016 que instaba "a los órganos competentes, por motivos obvios de incompatibilidad con los principios democráticos, el cambio de denominación para cumplir con la exigencia legal de acabar con la presencia en nuestras calles y plazas de toda simbología enaltecedora de la dictadura", en base a la Ley de Memoria Histórica.

Ese mismo año, el 3 de mayo, el consejo escolar del centro de Educación Infantil y Primaria rechazó la propuesta. Poco después, el 20 de mayo, el inspector de Educación de la dirección territorial de Alicante emitió un informe concluyendo que, después de un proceso de investigación y documentación, el general Primo de Rivera al que alude el nombre se refiere falleció en 1930 y no a su hijo José Antonio, fundador de la Falange: "En consecuencia su trayectoria e influencia en la historia de España durante el siglo XX está fuera de la Ley de Memoria Histórica".

No obstante, también señaló que "17 años después fue nombrado capitán general del ejército por el gobierno de Franco, por lo que podría interpretarse su afectación". Así, dio traslado a los servicios jurídicos de la Conselleria de Educación para que "estudie el caso y fundamente la decisión, dado que hay dos posturas contrarias y un claro conflicto de intereses" entre el acuerdo del pleno y el rechazo del consejo escolar, que volvió a votar en contra en noviembre de 2018.

En este sentido, Martínez ha indicado que no se entiende "el equívoco", porque "este colegio recibe el nombre del general Miguel Primo de Rivera, hijo adoptivo de Callosa en 1925 y fallecido en 1930, por lo que no puede considerarse vestigio de la guerra civil ni franquista y nunca debió incluirse en un catálogo de tales condiciones". Además, ha subrayado que "la Ley de Memoria Histórica tiene un ámbito temporal de aplicación, mientras que el centro educativo se denominó así en la década de los años 20, según diversos artículos y documentos".

Con todo, "la Conselleria no cesa en su intención de que se modifique, instando en varias ocasiones al centro educativo para que inicie los trámites" hasta el punto de que se sometió en dos ocasiones a votación, cuyo resultado fue "desestimar la propuesta por mayoría aplastante de los miembros del consejo escolar", e incluso en una tercera ocasión se negó a incluirlo en el orden del día porque ya se había manifestado con anterioridad, ha concluido el alcalde, que también ha encomendado a la Conselleria de Educación a "solucionar los verdaderos problemas educativos del municipio", respaldando un presupuesto en el marco del plan Edificant, acabando con los barracones de más de 25 años y dando el visto bueno a un nuevo colegio.

El mismo pleno que aprobó el cambio de nomenclatura decidió también retirar la Cruz de los Caídos, un monumento de mármol blanco que fue levantado en la década de 1940 tras la guerra civil y que se ubicaba junto a la Arciprestal de San Martín bajo la inscripción de "José Antonio Primo de Rivera presente". Tras mucha controversia, el Ayuntamiento, gobernado por PSOE, EU y Somos Callosa, retiró el monolito de la Plaza de España en enero de 2018, una decisión que sigue generando polémica y que el actual equipo de gobierno (PP y Ciudadanos) pretende restituir.