El sector primario también está en continuo cambio al ritmo que marcan las herramientas digitales y la innovación tecnológica. El 4.0 ha llegado a la agroalimentación para dar respuesta a la necesidad de optimizar los recursos, en un horizonte de escasez y con una sensibilidad en aumento hacia los problemas medioambientales, así como para llegar al punto más innovador para que la producción sea más precoz y de mejor calidad. Una transformación constante que se ha analizado en la jornada que ha organizado el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández para identificar esas tecnologías y dar a conocer sus efectos en la cadena alimentaria.

El evento, que se ha celebrado en La Lonja de Orihuela, ha hecho hincapié en la colaboración público privada y en la transferencia de conocimientos e investigación al ámbito empresarial. Así, por una parte, diferentes empresas y entidades han presentado sus proyectos en los stands de la entrada; por otra parte, en el auditorio se han realizado ponencias y mesas redondas que han inaugurado la secretaria general de la Agencia Valenciana de la Innovación, Olivia Estrella, y del director del Área de Desarrollo Empresarial del Parque Científico de la UMH, Sergio Román.

La start-up Bioferric Ink ha desarrollado una tecnología de regeneración de aguas residuales, en un contexto en el que este aprovechamiento es cada vez más demandando para diversificar las fuentes de riego, mientras que Oscillum ha diseñado una etiqueta biodegradable que alerta del estado de descomposición de un alimento. Otra propuesta es la que ha realizado la empresa Agromediterránea, especializada en el cultivo y elaboración de productos agrícolas directos del campo.

La Siesta Technologies ha mostrado sus últimos avances en el desarrollo de productos tecnológicos, y la compañía Xpander sus desarrollos blockchain (registro de transacciones y seguimiento de activos) para empresas del sector de la agroalimentación. La firma Neoradix ha ofrecido servicios de digitalización a empresas mediante la aplicación de tecnologías avanzadas.

También estuvo el Servicio de Gestión de la Investigación de la Universidad, OTRI UMH, que se centra en potenciar la actividad investigadora y favorecer la transferencia de conocimientos.

La parte más teórica se ha llevado a cabo en el auditorio, donde la directora de formación agronómica en la Plataforma Tierra de Cajamar Caja Rural, Carmen Olmo, y el responsable de Desarrollo de Negocio de Incotec, Antonio Soriano, han explicado el concepto de agricultura 4.0 y los ejes en los que se reparte el presupuesto destinado al PERTE Agroalimentario (el reciente proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica del sector), enfocándose en aquellos puntos en los que empresas con perfil TIC tienen cabida.

El segundo debate lo ha moderado Ricardo Abadía, director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) de la UMH, un centro que ha cumplido 50 años y que hoy es sinónimo de excelencia en formación e investigación en el segmento agroalimentario y agroambiental. Precisamente, la escuela, que se encuentra en el campus de Desamparados, alberga el Centro de Investigación e Innovación Agroalimentario y Agroambiental (CIAGRO-UMH), que cuenta con más de cien investigadores repartidos en catorce grupos de investigación, centrado en facilitar la transferencia de conocimiento hacia las empresas.

Las intervenciones han girado en torno a la aplicación de la inteligencia artificial y la digitalización en todo el proceso, desde la producción a la logística y el consumidor final, a cargo del director de Innovación y de Environmental, Social and Governance del Grupo Primafrío, Adrián Valverde; el responsable del Centro de Innovación Agronómica de Montserrat de Agromediterránea, Ximo Pla; el director de Tecnologías de la Información en Bonnysa, Pablo Francés, y el responsable de Desarrollo de Negocio de Inteligencia Artificial de Lucentia Lab, Santiago Colomo.