Una actuación inmediata que reduzca los arrastres de lodos y sedimentos en El Mojón desde la cabecera de las ramblas en Lo Romero con una inversión de 10 millones de euros; y una decisión salomónica -y a largo plazo porque cuesta 43 millones de euros- para repartir a partes iguales los caudales que lleguen a Pilar de la Horadada y San Pedro del Pinatar. Ahí está el consenso entre los dos municipios vecinos a la hora de abordar la solución a los graves problemas de inundación que sufren las pedanías murcianas y alicantinas en torno a la raya que separa las comunidades autónomas, cada vez que llueve con intensidad.
En el origen de estas inundaciones se encuentra la profunda transformación del suelo desde los años 80 con la llegada del trasvase Tajo-Segura para la explotación de invernaderos que ha colmatado y desviado cauces naturales y aumentado exponencialmente la superficie de escorrentía superficial. También es un factor relevante la ocupación del suelo por viviendas turístico residenciales e instalaciones de hoteles y deportivas en el caso de la zona más cercana al litoral. Los episodios de inundaciones se producen desde hace una década aproximadamente. Pero solo hace falta una precipitación que apenas pase de los 15 litros por metro cuadrado para que las calles del Mojón se aneguen de agua y barro. Algo que ha ocurrido en 18 ocasiones en los últimos 12 meses.
Desde hace meses los municipios se han acusado de ser el origen del problema y ninguno quería asumir en su término el encauzamiento de estas aguas que ahora terminan en el Mediterráneo a través de la principal avenida del Mojón. La nueva propuesta de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) parece haber convencido a ambas partes.
El presidente de la CHS, Mario Urrea, mantuvo una reunión de trabajo con los alcaldes de San Pedro del Pinatar, Visitación Martínez y de Pilar de la Horadada, José María Pérez Sánchez, para analizar las propuestas de infraestructuras de pluviales que permitan paliar los problemas de inundaciones en ambos municipios, y en especial en El Mojón, una zona residencial a caballo entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana.
Son dos proyectos: uno de laminación en la cabecera de la cuenca vertiente con cuatro diques que disminuirán el transporte de sedimentos además de una zona de almacenamiento controlado en Lo Romero (ZAC) que han denominado Fase I, y otro proyecto, Fase II, con un corredor verde de 8 metros de anchura variable y seis kilómetros de longitud que el ZAC con la autovía para desde allí conducir el agua al Mar Mediterráneo en sendas salidas: una a través de una balsa de laminación junto a las salinas de San Pedro y otra por el tramo final de la rambla urbana de Pilar de la Horadada.
Los alcaldes han mostrado su conformidad al planteamiento técnico. Se iniciará en breve la tramitación de la Fase I, incluida en el epígrafe 4.1 Actuaciones de gestión de riesgo de inundaciones del Marco de Actuaciones Prioritarias para recuperar el Mar Menor, con una inversión aproximada de 10 millones de euros, con un plazo de tramitación aproximada de 8 meses.
La Fase II, a falta de la redacción del proyecto, contempla una inversión aproximada de 43,9 millones de euros. A la salida de la reunión en la sede murciana de la CHS a Urrea, Visitación Martínez y José María Pérez les esperaban un grupo de vecinos de El Mojón. Los cargos públicos les han informado que han ratificado la propuesta técnica consensuada, que es lo que reclaman los afectados por las inundaciones.
José María Pérez: «Por fin una solución consensuada»
El alcalde de Pilar de la Horadada, José María Pérez Sánchez ha dicho que esta solución técnica «consensuada con los todos los técnicos sí soluciona los problemas de inundaciones en los barrios del Mojón, Los Campillos, Los Villenas, la Almazara, Los Sáez, Los Rufines, La Avenida de La Venta y el Sector C», como recogía el Plan Director frente inundaciones redactado por el Ayuntamiento, mejorado ahora por la Confederación del Segura. Con este acuerdo consensuado «damos por fin respuesta al gran problema de inundaciones que quedaba por solucionar en el Pilar».
