Efemérides

21 de marzo de 1829: cuando el terremoto "de Torrevieja" asoló la Vega Baja

Las estrechas calles de Almoradí, sumadas a sus edificios causaron terribles derrumbes y propiciaron que la mitad de los fallecidos pertenecieran a esta localidad

Carmen Tomàs

Carmen Tomàs

El 21 de marzo de 1829 un terremoto asoló, sobre las 6.15 horas de la mañana, la comarca de la Vega Baja. Conocido como el «Terremoto de Torrevieja», este seísmo está reconocido según el Instituto Geográfico Nacional como uno de los "terremotos más importantes en España". Con una intensidad de 6.6 en la escalada Richter, dejó tras de sí casi 400 fallecidos, centenares de heridos y miles de casas destruidas en distintas poblaciones.

Tal y como se reconoce en documentación de la época, el acontecimiento fue especialmente virulento en Almoradí, el municipio más afectado; seguido de Guardamar del Segura y la propia Torrevieja. El temblor, con epicentro en 38°5′N 0°41′O (Benejúzar, Rojales y Torrevieja) causó 389 muertos, 377 heridos y destruyó 2965 viviendas mientras que otras dos mil casas quedaron dañadas. Fueron las estrechas calles de Almoradí, sumadas a sus edificios, que eran más altos que en otros pueblos, causantes de terribles derrumbes y propiciaron que muchos de los fallecidos pertenecieran a esta localidad (se contabilizaron 192 en las memorias documentadas entonces).

También se vieron afectados los puentes sobre el río Segura en las zonas de Almoradí, Benejúzar, Dolores y Guardamar, además de a las poblaciones de Algorfa, Rafal, Torrelamata, Daya Vieja, Guardamar, Dolores, Redován, San Fulgencio y San Miguel de Salinas.

El acontecimiento tuvo lugar en un periodo de gran intensidad sísmica acontecido entre las décadas de 1820 y 1830, época en la que se registró gran actividad en las fallas de Benejúzar-Benijófar, la de Guardamar y la de Torrevieja y cuyo "gran terremoto" del 21 de marzo obligó a la reconstrucción de sus poblaciones más afectadas. Está, además, reconocido según el Instituto Geográfico Nacional dentro de la "lista de terremotos más importantes en España": tres años se tardaron en reconstruir la comarca.

Resumen de los daños causados por los seísmos en la comarca en el documento de Larramendi.

Resumen de los daños causados por los seísmos en la comarca en el documento de Larramendi. / BNE.

Recuerdo en la BNE

La Biblioteca Nacional conserva documentos en relación a los temblores y seísmos acontecidos entre 1820 y 1830. En relación a la catástrofe del 21 de marzo, se conserva en el catálogo de la Biblioteca Digital Hispánica una memoria de los siguientes temblores y estado de la comarca a raíz del suceso de la mano del político, ingeniero y geógrafo José Agustín de Larramendi.

Larramendi no sólo evaluó los daños del terremoto sino que también fue responsable en la reconstrucción de Torrevieja, Guardamar y Almoradí; tres poblaciones que aún hoy conservan parte del trazado rectangular que este les dio. Así se observa en Almoradí y su típica construcción de planta baja con patio interior.

Tal y como resume el texto, sellado en la Imprenta Real el mismo año del terremoto, se se trata de una "memoria y relación circunstanciada de los estragos que la terrible catástrofe de los terremotos de 21 de marzo y siguientes, principalmente el del Sábado Santo del 18 de abril hasta el presente día, han causado en Torrevieja y demás pueblos de la gobernación de Orihuela, en la ciudad de Murcia y algunos pueblos de la provincia".

Catral y el patrón de los terremotos

A pesar de que el suceso tuvo consecuencias devastadoras en municipios colindantes, Catral "se salvó" de lamentar grandes daños tras la catástrofe de 1829. Es por ello que cada 21 de marzo se realiza una acción de gracias a San Emigdio, patrón de los terremotos. A él le fue atribuida la "salvación" de la ciudad de Ascoli Piceno, en la región italiana de Marcas, tras un violento seísmo acontecido en 1703 por el que adquirió este patronazgo. Más de cien años después de que se erigieran imágenes en su honor en muchas otras iglesias (destacan L´Aquila, Cingoli o Nocera Umbra), Catral le empezó a rendir homenaje tras el conocido "terremoto de Torrevieja" siendo hoy por hoy una imagen culturalmente imprescindible en la localidad.