El BIC de la Torre de la Horadada se abre por fin a las visitas

La familia Martínez de Vallejo y Fuster, descendientes del Conde de Roche y propietarios de uno de los referentes turísticos más importantes de la Comunidad Valenciana, la Torre Vigía de Pilar de la Horadada, origen del nombre a la pedanía de Torre de la Horadada, ha conveniado con el Ayuntamiento pilareño que los escolares del municipio puedan acceder, a través de visitas didácticas guiadas, al entorno del inmueble que está catalogada como Bien de Interés Cultural desde 1995.

Agradecimiento

El alcalde de Pilar de la Horadada ha mostrado un “profundo agradecimiento a la familia propietaria” tras alcanzar este primer acuerdo que posibilita que los alumnos de 5º y 6º de primaria de los centros escolares del municipio “puedan ver de cerca la Torre Vigía y conocer su historia como emblema de Pilar de la Horadada”.

José María Pérez Sánchez ha afirmado que es “la primera vez que la familia permite la entrada” y que este acuerdo es el primero que llega “fruto del diálogo y el entendimiento” recordando que la familia ya ha ejecutado obras de restauración de una parte de la vivienda anexa a la Torre Vigía cumpliendo lo que estipula la ley que protege esta construcción.

Origen del topónimo

La Torre Vigía se erigió en 1591 como una de las fortificaciones del Reino de Valencia para la defensa del territorio contra los ataques de los piratas berberiscos y a finales del siglo XIX fue vendida en subasta pública al conde de Roche. Situada en primera línea de playa en el lugar al que dio nombre, la pedanía de Torre de la Horadada, es una construcción troncocónica y almenada que dispone de varias ventanas, y es además origen del topónimo del propio municipio pilareño «de la Horadada»

Vivienda particular

Destaca por su buen estado de conservación y el acceso al interior se realiza desde la vivienda particular a la que está adosada. Su nombre proviene de la disposición interior de sus pisos, que se comunicaban por un agujero central que atravesaba la torre de arriba abajo. 

Su nombre proviene de la disposición interior de sus pisos, que se comunicaban por un agujero central que atravesaba la torre de arriba abajo. Se encuentra adosada a una vivienda particular, y su estado de conservación es bueno, aunque ha sufrido algunas modificaciones. Ahora pertenece a los descendientes del conde de Roche.

La legislación de patrimonio indica que la propiedad debe dar acceso al interior en algún momento, que sigue habitada como vivienda privada particular. De ahí el problema de hacerla accesible. Hasta este martes era totalmente inaccesible el entorno exterior.