Cae una banda armada en la Vega Baja que vendía un kilo de cocaína cada semana

La Policía Nacional detiene a once personas que operaban desde Callosa, San Isidro, Orihuela y varias pedanías de Elche e interviene un kilo de coca, hachís, pistolas, 8.000 euros en efectivo y ocho vehículos

Desarticulado en la Vega Baja un grupo que vendía un kilo de coca cada semana

INFORMACIÓN

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un importante grupo criminal dedicado a la distribución de cocaína a pequeña y mediana escala desde distintas localidades de la Vega Baja en una macrooperación que ha desarrollado la Comisaría de Elche, donde se han practicado siete registros simultáneos y se han detenido a los once miembros de una banda armada de narcos, incluido su principal responsable. La Policía acusa al grupo de distribuir un kilo de cocaína por semana.

En la operación se intervinieron más de un kilo de cocaína, 200 gramos de hachís, seis básculas de precisión junto con otros útiles destinados a la manipulación y venta de droga, tres pistolas semiautomáticas, un revólver, 8.215 euros en efectivo y ocho vehículos de alta gama.

A los detenidos, ocho hombres y tres mujeres, de entre 22 y 41 años de edad, de nacionalidades española y colombiana, se les imputan delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.

De los 11 arrestados, siete españoles quedaron en libertad tras ser asistidos por el abogado José Luis Sánchez Calvo, dos de ellos después de comparecer en dependencias policiales y otros cinco en el juzgado de guardia. Tres colombianos, asistidos por otro letrado, han sido ingresados en un centro de internamiento de extranjeros.

Tras varios meses de investigación y numerosas vigilancias discretas, el Grupo de Estupefacientes de Elche identificó al cabecilla de la trama, quien dirigía el entramado desde una casa ubicada en Callosa de Segura.

Desde este domicilio, centro neurálgico del grupo criminal, el principal autor había organizado un entramado con diferentes viviendas repartidas por distintas localidades de la Vega Baja, como San Isidro y Orihuela, y por algunas pedanías ilicitanas como La Hoya y La Marina.

Desarrollo de la operación

De este modo, los investigadores, con minuciosa cautela en los seguimientos, fueron dando con la ubicación de las viviendas, desde donde los miembros del entramado operaban, encontrándose una red de casas, en su mayoría fincas rústicas alejadas de núcleos urbanos, lo que dificultaba aún más su vigilancia.

Los agentes también detectaron un considerable grado de peligrosidad de los miembros que componían el entramado, así como que estarían en posesión de armas de fuego y que probablemente estarían repartiendo aproximadamente un kilo de cocaína semanal, donde cada uno tendría asignada una función específica, componiendo así un grupo criminal escalonado jerárquicamente, llegando a tener incluso un escalón específico para la captación de clientes y el blanqueo del dinero obtenido.

En la fase de explotación del operativo se coordinó un amplio despliegue policial a lo largo del campo ilicitano y las localidades de la Vega Baja para llevarse a cabo siete entradas y registros, algunos de ellos simultáneos, por lo que se pudo detener a todos los miembros del entramado bajo la supervisión de un juzgado de Orihuela que tenía abiertas diligencias previas para desarticular la red de narcos.

Dada la numerosa cantidad de viviendas investigadas y su localización dispersa, se contó con la colaboración del resto de efectivos de la Comisaría de Elche incluida la UPR (Unidad de Prevención y Reacción), además de las Unidades Especiales de la Policía Nacional; GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad), el GOIT (Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas) y el Servicio de Medios Aéreos de la Comisaría Provincial de Alicante.

Una de las sospechas de los agentes se confirmó en la intervención de los vehículos, puesto que alguno tenía compartimentos ocultos denominados "caletas" donde introducen la droga para transportarla hasta el destino de reparto.

Los investigadores, gracias a los registros realizados y la intervención de los efectos hallados, consiguieron gran número de indicios que demostrarían la implicación de todos los investigados en los delitos que se les imputan.