Algorfa impulsa una balsa de laminación para domesticar el barranco de la Cañada

El proyecto con capacidad de para almacenar 20.000 metros cúbicos pretende evitar que la crecida de la rambla corte la CV-920

La rambla ha sido colmatada por los cultivos y estrechada por el Ayuntamiento con un muro para salvar una zona urbanizada, además de recibir ahora en su cabecera las pluviales de la urbanización La Finca

A la derecha, la nueva zona urbanizada de Alfgorfa con el muro que estrecha el cauce del Barranco de La Cañana. En el centro el cauce que desemboca ahora en la acequia Alquibla y a la izquierda el suelo donde se ubicará a la balsa de laminación

A la derecha, la nueva zona urbanizada de Alfgorfa con el muro que estrecha el cauce del Barranco de La Cañana. En el centro el cauce que desemboca ahora en la acequia Alquibla y a la izquierda el suelo donde se ubicará a la balsa de laminación / TONY SEVILLA

D. Pamies

D. Pamies

El Ayuntamiento de Algorfa ha licitado las obras de construcción de una balsa de laminación que reduzca el riesgo de corte del tráfico de la CV-920, relativamente frecuente con lluvias moderadas a fuertes y la inundación de la nueva zona urbanizada en el acceso al casco urbano.

El barranco está encauzado un tramo aguas abajo de la CV-920 hasta su cruce con la acequia de la Alquibla. El Barranco de la Cañada además produce esos «cortes significativos» en la CV-920, además de por el volumen del caudal porque la sección de paso subterráneo de la rambla en la carretera es muy insuficiente, según figura en el proyecto. La acequia no tiene suficiente capacidad para asumir lo caudales de la rambla y también se desborda en la mayoría de los casos. Esa acequia de Alquibla ya sirve además también de drenaje en varios puntos del municipio por lo que ya discurre sobrecargada con lluvias torrenciales.

370.000 euros

El proyecto presupuestado en algo más de 300.000 euros (IVA) incluido subvencionados con el Plan Renhace para infraestructuras de drenaje sostenible del anterior Consell contempla la construcción de una de las balsas de laminación más grandes de la Vega Baja, con siete mil metros cuadrados de superficie y casi 20.000 metros cúbicos de capacidad y una adecuación posterior como parque inundable. También se contempla un equipo de bombeo para evacuar el agua acumulada. El Ayuntamiento había adquirido previamente los suelos por otros 70.000 euros.

Ampliación del casco urbano

Lo importante en los últimos años ha sido el crecimiento urbanístico en el casco urbano de Algorfa. En cualquier zona de nuevo crecimiento residencial autorizado ubicado en la huerta de la Vega Baja, el elevado riesgo de inundabilidad que figura en el Patricova, que suele ser el más peligroso, se elude con medidas correctoras.

La de mayor relevancia es elevar todo el terreno a urbanizar sobre su rasante natural. Por ejemplo, el polígono industrial de Dolores está sobreelevado caso dos metros y medio sobre su entorno de la huerta, algo que evita su inundación pero deriva los caudales hacia otras zonas.

Cartografía del Patricova en la que se observa que el barranco de la Cañada no solo recoge ahora el drenaje de riego del cultivo intensivo de cítricos, también las aguas plulviales de la urbanización La Finca

Cartografía del Patricova en la que se observa que el barranco de la Cañada, que desemboca junto al casco urbano, arriba en al imagen, no solo recoge ahora el drenaje de riego del cultivo intensivo de cítricos, también las aguas pluviales de la urbanización La Finca, en la parte inferior de la imagen.

Drenajes que van a la huerta

Es lo que ocurre también en esta zona de Algorfa con la nueva área urbanizada junto al acceso de la cv- 920 desde Benejúzar. Pero el peligro de inundación es tan real, tal y como se pudo comprobar en 2019, que el Ayuntamiento ha permitido que se levante además un muro de más de un metro sobre la rasante del propio cauce hormigonado con el objetivo de evitar que el desborde del barranco y de la Acequia de Alquibla alcance los viales de esta nueva zona en crecimiento.

El Ayuntamiento ha dado prioridad a ese nuevo desarrollo para bloques de viviendas frente al peligro que supone encajonar la rambla, que además no puede desaguar en el río Segura porque la altura de la mota del cauce nuevo se lo impide y no se contempló en su día.

Aguas arriba de este punto, el cauce del barranco de la Cañada Hermosa ha sido colmatado en sus márgenes por los bancales de cítricos sin ningún tipo de control, pese a que las transformaciones son claramente detectables en la cartografía oficial, con un encauzamiento central hormigonado, claramente diseñado para realizar ese drenaje.

Terrenos en los que se ubicará la balsa de laminación cuyas obras acaba de licitar el Ayuntamiento de Algorfa

Terrenos en los que se ubicará la balsa de laminación cuyas obras acaba de licitar el Ayuntamiento de Algorfa / TONY SEVILLA

Urbanización

Estos mismos cultivos han provocado que el barranco cuente con un caudal continuo que no es otro que el de drenaje de riego de esas nuevas zonas en cultivo, cargado de nutrientes, lo que provoca que esas aguas muertas se incorporen a una acequia de aguas vivas como es la de Alquibla con el perjuicio que supone para los regantes tradicionales.

La Cañada está recibiendo también un incremento sustancial de caudales de las aguas de escorrentía superficial del campo de golf y la macrourbanización La Finca, que emplea estos barrancos como zona de evacuación de pluviales tal y como se puede constatar en la cartografía sobre el riesgo de inundación del Patricova. Con lo que una parte del casco urbano se ha convertido - a 5 kilómetros de distancia- en la zona de evacuación de la promoción residencial.