El regadío intensivo en la Cañada de Algorfa saliniza la acequia de Alquibla

Los caudales hipersalinizados y cargados de fertilizantes terminan en uno de los principales canales de "aguas vivas" para el riego de la huerta tradicional 

El Ayuntamiento autorizó desviar y encajonar la rambla hasta la acequia pero aclara que es una obra para evitar inundaciones, no para permitir el vertido

Así se vierte el agua de los drenajes agrícolas hasta la Acequia de Alquiba de la huerta tradicional en Algorfa

D. Pamies

D. Pamies

D. Pamies

Las aguas de drenaje agrícola de la Cañada de Algorfa se vierten a la acequia de riego de Alquibla, la más importante de la red de regadío tradicional de la margen derecha del río Segura. Esos caudales están hipersalinizados, además de cargados de nutrientes por fertilizantes, y se aportan a una acequia de «aguas vivas», es decir, captadas del río Segura con el objetivo de dotar agua para el riego tradicional a miles de tahúllas. Con esta situación los regantes deben estar pendientes en su turno de tanda de si la aportación de la Cañada es sustancial para evitar regar con esas aguas, sobre todo cuando las del Segura ya van cargadas de salinidad aunque todavía a niveles admisibles para el riego. 

Muro de más de metro y medio levantado para proteger las nuevas zonas urbanas de Algorfa de la inundaciones y limita la capacidad de la Cañada

Muro de más de metro y medio levantado para proteger las nuevas zonas urbanas de Algorfa de la inundaciones y limita la capacidad de la Cañada / D. Pamies

La Rellana

La Cañada de Algorfa era un cauce natural que partía de las estribaciones del este de la Sierra de Benejúzar en la enorme finca agrícola de explotación intensiva de La Rellana. Atravesaba lo que ahora es el campo de golf y macrourbanización La Finca, de donde recibe el agua de escorrentía superficial cuando se producen lluvias moderadas y fuertes ante la falta de colectores de pluviales, y más adelante recibe también el drenaje de otras fincas agrícolas intensivas de cítricos, con riego localizado. Finalmente llegaba al oeste del casco urbano de Algorfa. Pero ya no es una rambla.

Las transformaciones agrícolas la han convertido en un canal al servicio del drenaje de las aguas de riego, que casi siempre lleva agua. Y a medio camino de Algorfa en un canal de aguas pluviales para las miles de viviendas del residencial La Finca en caso de lluvias torrenciales. En 2018 el Ayuntamiento autorizó obras en su tramo final, que ha sido desviado y encajonado en hormigón con el visto bueno del ayuntamiento algorfeño para evitar inundaciones en las nuevas zonas a urbanizar.

Además con la construcción de un gran muro de casi un metro setenta sobre la rasante para proteger esa zona. Una obra de envergadura en el casco urbano que estaba destinada a evacuar las aguas pluviales de una cuenca vertiente de 11 kilómetros cuadrados, pero que, de paso, se ha convertido en un drenaje sin autorización de vertido a Alquibla.  

Rambla de la Cañada en Algorfa

Rambla de la Cañada en Algorfa / TONY SEVILLA

El azarbe

Este problema no es nuevo. Cuando se detectó hace unos años se derivó el agua de drenaje poco antes de la acequia Alquibla hacia un azarbe de «aguas muertas», que no se utilizan para el riego, y que evacua al Segura. Sin embargo ese canal se ha obstruido antes de llegar al paso de la CV 920 por falta de mantenimiento y el agua de drenaje pasa por encima y termina en la histórica acequia.

Nadie se hace cargo, ni el Ayuntamiento ni las grandes empresas agrícolas, que han estrechado el cauce y ganado más superficie de cultivo además de hormigonarlo para desalojar los drenajes. Tampoco la macrourbanización residencial que lo usa como colector de aguas pluviales. La CHS no se considera competente porque no es el cauce del Segura. Esta cañada perdió su desembocadura natural al río cuando se construyó el cauce nuevo en las obras antirriadas de los años 90. La mota impide que el agua evacue en ese punto. 

Balsa de laminación

El alcalde de Algorfa, Manuel Ros (PSOE), señala que una parte del problema se podría rebajar con la construcción ya en licitación de una balsa de laminación que figura en el plan director contra inundaciones del municipio,  que evite a la vez el corte de la carretera de Benejúzar. En una segunda fase está previsto que un canal pueda derivar el agua hacia el Segura aguas arriba del casco urbano. Y admite que el canal baja con mucha frecuencia con un caudal generoso. Sobre todo tras lluvias importantes. El primer edil indica que las obras de los promotores y la conexión con Alquibla se realizó exclusivamente para evitar las inundaciones.

Es habitual que la red de riego tradicional, también las acequias, hagan de aliviadero con lluvias torrenciales en toda la Vega Baja, pero no que reciba el drenaje agrícola como ha ocurrido en las últimas semanas y el barranco baje con dos palmos de agua y un vertido de cientos de litros por segundo día y noche.

Las grandes explotaciones agrícolas que atraviesa esta cañada están ubicadas en la llamada unidad de demanda agraria 48 de la cuenca del Segura, que cuentan con dotación del propio río Segura, pozos autorizados y aguas depuradas.