CAMBIO CLIMÁTICO

Las altas temperaturas del mar hasta octubre provocan una floración masiva de la posidonia el litoral de Alicante

Los investigadores analizan el fenómeno que se está produciendo en el litoral de Alicante como una reacción de adaptación de la planta acuática endémica del Mediterráneo al cambio climático 

Floración de la pradera de posidonia frente al litoral de Punta Prima

Floración de la pradera de posidonia frente al litoral de Punta Prima / Rosa Canales

D. Pamies

D. Pamies

En estos momentos tiene lugar una gran floración sincronizada de las praderas de posidonia a lo largo de las costas del Mediterráneo español. La posidonia (Posidonia oceánica) no es un alga, sino una planta superior con flores -una fanerógama para los botánicos-, según explica el biólogo Juan Antonio Pujol.

Floraciones masivas

Las altas temperaturas del mar Mediterráneo durante los últimos años y el estrés ambiental que genera sobre esta especie puede estar detrás de tales floraciones masivas, que cada vez se producen con mayor frecuencia y extensión. La temperatura del agua en las costas alicantinas no solo escaló hasta los 30 grados sino que lo hizo a finales de julio, mucho antes de lo habitual, y mantuvo los 25 grados hasta finales de octubre para volver a rangos «normales» a lo largo de noviembre, cuando se produjo una bajada gradual de las temperaturas.

Pradera de posidonia en el litoral alicantino

Pradera de posidonia en el litoral alicantino / José Manuel Ruiz

La parte positiva

La parte positiva del fenómeno, señala Pujol, es que podría tratarse de un proceso de adaptación de esta emblemática planta a un mar Mediterráneo más cálido en el futuro. Una adaptación que mejoraría las previsiones de supervivencia de esta especie frente a estudios que perfilan ya un escenario de declive en las costas peninsulares por el efecto del futuro aumento de la temperatura del mar. Desde el ámbito científico se habla con cautela.

Los episodios de floración extraordinaria de Posidonia oceánica, endémica del mediterráneo-, han de estudiarse en su continuidad antes de valorar su influencia real como factor multiplicador sobre las praderas. La contaminación, el impacto de especies invasoras o los daños de los fondeos de embarcaciones de pesca deportiva y recreativa han causado su regresión en las zonas con mayor presión humana.  

Planta acuática

Esta planta acuática es de lento crecimiento lo que limita su capacidad de adaptación a cambios medioambientales. Genera un hábitat de importante papel ecológico para las especies marinas -alimentación, refugio, reproducción...-, y al arraigar en el lecho marino impide la turbidez de las aguas en las playas favoreciendo la acumulación y retención de arena en las orillas. Se reproduce de forma similar a las plantas terrestres mediante la producción de flores y frutos aunque de manera irregular que se puede observar en otoño y se extiende en densas praderas que llegan hasta los cuarenta metros de profundidad. Y lo que es también muy llamativo su capacidad de absorción de CO2. Los expertos ponen este ejemplo: un hectárea de pradera de Posidonia absorbe el C02 que diez de de selva amazónica.

La Posidonia es una planta acuática con raíces, tallo y frutos, cuya presencia en el litoral es indicador de calidad ambiental de las aguas. Evita la erosión de las playas y da refugio y alimento a muchas especies. Y multiplica por diez la capacidad para absorber CO2 que cualquier bosque mediterráneo

Adaptación

Pujol cita una nueva investigación -la primera evidencia experimental sobre un fenómeno inusual- que describe un recurso desconocido de la posidonia que le permitiría adaptarse de «forma más versátil a los cambios del entorno y así aumentar sus posibilidades de sobrevivir al calentamiento del agua producido por el cambio climático». 

El trabajo ha sido abordado por el Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universitat de Barcelona junto a equipos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y la Estación Zoológica Anton Dohrn (SZN, Nápoles). 

Campaña de sensibilización y vigilancia del fondeo recreativo para evitar el deterioro de la pradera de Posidonia. En la imagen frente a la costa oriolana

Campaña de sensibilización y vigilancia del fondeo recreativo para evitar el deterioro de la pradera de Posidonia. En la imagen frente a la costa oriolana / Tony Sevilla

Estudio

En el estudio llevado a cabo en los laboratorios del Centro Oceanográfico de Murcia (IEO), plantas marinas procedentes de fondos someros del litoral fueron sometidas en el laboratorio a un estrés térmico similar al que provocan en el medio marino las olas de calor, cada vez más frecuentes en el Mediterráneo. Al final del experimento una proporción significativa de las plantas que se calentaron había florecido, mientras otras mantenidas a una temperatura estándar no desarrollaron ninguna inflorescencia. 

Este resultado constata que la temperatura es un factor primario capaz de modificar el comportamiento reproductivo e inducir la floración en esta planta marina, confirmando además la relación entre observaciones de floración de esta especie y el desarrollo de olas de calor. 

Calentamiento del agua

En una reseña sobre el trabajo de la Universitat de Barcelona se destaca además que la inducción de la floración por estrés térmico implica un incremento de la diversidad genética, y por tanto, mayor resiliencia potencial. Aunque el investigador del IEO, Juan Manuel Ruiz, señala al respecto que antes habría que comprobar si estos fenómenos serán suficientes para combatir los efectos del calentamiento del agua y otros impactos del hombre en las próximas décadas «pero en cualquier caso permiten albergar cierta esperanza acerca de la supervivencia de las praderas de Posidonia en la costa mediterránea, un hábitat milenario que representa la base del funcionamiento del ecosistema marino costero del Mediterráneo».