Cuando la foca monje habitaba el litoral de Alicante

Un estudio recoge el rastro en imágenes de la presencia del singular mamífero en el sureste peninsular

La última observación en la provincia fue en 1973 en Tabarca

Solo quedan 600 ejemplares en el mundo de focas monje mediterráneas

Cría de foca monje capturada en el Albir en 1951.

Cría de foca monje capturada en el Albir en 1951. / FRANCISCO COELLO SUCH

D. Pamies

D. Pamies

Las costas de la provincia de Alicante y la Región de Murcia fueron uno de los últimos reductos ibéricos de la foca monje o lobo marino (Monachus monachus). Los tramos más abruptos del litoral con presencia de cuevas y calas solitarias de la Región de Murcia y las islas de Tabarca y Benidorm en Alicante congregaron las últimas observaciones de adultos y crías de una especie ahora en grave peligro de extinción.

Un ejemplar de foca monje

Un ejemplar de foca monje / AGENCIAS

La foca monje desapareció definitivamente de las costas mediterráneas españolas a lo largo de la década de los setenta del siglo XX debido a la enorme presión humana sobre el litoral. De la rara especie solo quedan 600 ejemplares en todo el mundo distribuidos entre Turquía, el Mar Egeo, las costas del Adriático en Croacia e Italia, Madeira (Portugal) y la colonia más numerosa de Cabo Blanco en Mauritania.

Cría de foca monje capturada en el Albir en 1951. | FRANCISCO COELLO SUCH

La colonia de focas monje más importante del mundo se localiza en Mauritania / EFE

El geógrafo y director técnico de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) Pedro García y el biólogo de Torrevieja, Juan Antonio Pujol, expertos en seguir los últimos pasos de esta especie en el litoral murciano y alicantino han recuperado la memoria fotográfica de algunas de esas últimas observaciones en la Región de Murcia, además de recordar las que ya se conocían en Alicante a través de la prensa de la época y recoger el rastro de relatos orales en un estudio del que se ha hecho eco la revista especializada en información ambiental Quercus. «Son muy pocas las fotografías que tenemos de esta especie en las costas españolas. La mayoría se captaron en las islas Baleares. En Alicante solo se conoce la fotografía de otra cría matada en el faro del Albir en 1951», publicada en la época por INFORMACIÓN, explica Pujol.

Ejemplar de foca monje capturado en el litoral murciano de Cabo Tiñoso en octubre de 1945. | COLECCIÓN CASSAÚ

Ejemplar de foca monje capturado en el litoral murciano de Cabo Tiñoso en octubre de 1945. | COLECCIÓN CASSAÚ / COLECCIÓN CASSAÚ

Tanto la imagen captada en la playa del Albir de Alfàs del Pi en 1951 como la recuperada en Cabo Tiñoso en Cartagena (1945) muestra dos ejemplares de crías, lo que constata la reproducción de la especie en la zona esos momentos. Para la provincia de Alicante -donde se concentran quince citas frente a las 4 de Valencia y 2 de Castellón-, la especie ya era muy escasa a finales del XIX y principios del XX constatándose apariciones esporádicas en las islas de Tabarca y Benidorm -y Columbretes en Castellón- y en zonas de difícil acceso como acantilados, cuevas marinas y recodos del litoral despoblado. Estaba sujeta a la persecución principalmente por parte de pescadores -que aprovechaban carne y grasa-, pero también por parte de carabineros.

Sureste

La presencia histórica de la foca monje en las costas del sureste, señala Pujol, se ha ido recomponiendo poco a poco a lo largo del tiempo. En Alicante se conocen varios topónimos -generalmente relativos al llop marí- en el litoral norte de la provincia, en las islas de Tabarca y Benidorm o en Torrevieja, donde hubo una cala del Lobo Marino. También se cita la Cueva del Lobo Marino de la sierra de Fausilla en el litoral entre Portmán y Escombreras en Murcia. La última observación documentada del animal en la provincia de Alicante, Región de Murcia y Almería se produjo en la costa norte de la isla de Tabarca en 1973.

Recorte de la paginas de INFORMACIÓN en la que se informaba de la captura de la foca monje en el Albir

Recorte de la paginas de INFORMACIÓN en la que se informaba de la captura de la foca monje en el Albir / INFORMACIÓN

La única fotografía localizada de una foca monje en el litoral de la provincia de Alicante fue de un ejemplar que el torrero del faro de Albir mató de un hachazo en 1951, imagen realizada por Francisco Coello Such. La crónica del momento glosaba la captura como un acontecimiento en el que se presentaba al animal como una amenaza. Una de las observaciones más documentadas, aunque ya con casi de 90 años de antigüedad, habla de la captura de un ejemplar en Tabarca el sábado 23 de marzo de 1935, cuando se cuantificaron unos 6 ó 7 ejemplares en sus aguas. Como se refugiaban en la Cova del Llop Marí de Tabarca, los pescadores de la almadraba taponaron la boca con redes y los atraparon. Los exhibieron en el puerto de Alicante. De un ejemplar muerto se aprovechó la grasa y piel, y sobre el vivo, se sabe que los pescadores contactaron con los zoológicos de Madrid y Barcelona con la intención de venderlos.

Murieron ambas en cautividad. Este episodio «permaneció largo tiempo en el imaginario colectivo de la isla y se transmitió de forma oral sin aclarar la fecha, aunque se publicó en los periódicos de 1935. Todavía queda en la memoria de los últimos vecinos de Tabarca que conocieron el caso. Siempre hubo focas monje en Tabarca, explica el biólogo, hace apenas medio siglo.

¿Regresarán?

¿Y actualmente, hay ejemplares en nuestras costas? «En los últimos años, se están viendo focas monjes de manera aislada y eventual en algunas islas italianas como Capri, Egadas (Sicilia) o Santa María de Leuca. Todas durante este año 2023. Y en Mallorca se ha detectado su presencia recientemente mediante la técnica de detección de su ADN en el agua».