Un espacio para la historia de la sal de Torrevieja que espera en el andén

El Centro de Interpretación de la Industria Salinera del Ayuntamiento de Torrevieja está cerrado a cal y canto desde hace una década. La instalación adaptada en una característica cochera rehabilitada de la antigua estación ferroviaria de Torrevieja situada junto a la avenida de Urbano Arregui, la avenida de la Estación y el Colegio Acequión, cerró sus puertas a finales de 2014, durante el primer mandato como alcalde de Eduardo Dolón, por falta de personal y medios municipales, en un momento de recortes del gasto público, obligados por la crisis económica. Se había abierto en 2002 con una inversión municipal y fondos de un Plan de Excelencia Turística y en sus dependencias se explicaba a los visitantes el funcionamiento de la producción de sal y la industria salinera.

Proyecto aprobado y musealización

Antonio Quesada, concejal de Cultura, indica que el Ayuntamiento ha aprobado el proyecto de musealización del recinto y que existe una partida presupuestaria para llevar a cabo su rehabilitación. Además de abordar la reparación del edificio tras diez años de clausura y abandono en el mantenimiento básico, esas obras deben contemplar la instalación de aseos y las adaptaciones de accesibilidad para personas con movilidad reducida. También la renovación completa de toda la instalación eléctrica y finalmente la actuación para musealizar el propio espacio interior, ya recogida en el documento.

¿Centro de recepción de visitantes?

Porque la instalación original fue retirada y almacenada, y el espacio interior se encuentra totalmente vacío. Durante el mandato en el que se decidió el cierre la idea municipal era reabrirlo, pero como centro de recepción visitantes de las visitas turísticas que pretendía poner en marcha la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (NCAST). Patrimonio del Estado, propietaria de las lagunas, pedía en la prórroga de la concesión que el complejo se abriera al turismo por lo que empresa y Ayuntamiento pensaron que se podía emplear este espacio municipal para tal uso. Incluso la junta de gobierno validó alquilar a la salinera la instalación por 1.198 euros (IVA excluido), como anunció el propio alcalde Eduardo Dolón en marzo de 2014.

Arrendamiento

La empresa se lo replanteó al comprobar las condiciones que presentaba un recinto municipal en el que, por ejemplo, faltaban los aseos. Finalmente, la NCAST puso en marcha las visitas turísticas en 2018, con un modelo en el que prescindió del centro de visitantes. Se realizan a través de tren turístico, o en otras modalidades, como las visitas reservadas a pie o en bicicleta y las concertadas como experiencias gastronómicas. Actualmente, las salinas reciben 40.000 visitas anuales y cuentan con un mirador panorámico y una pequeña tienda de recuerdos ubicada en una instalación provisional en el interior del mismo complejo salinero. El Ayuntamiento y la salinera trabajan en un proyecto conjunto para rehabilitar la zona de la antigua industria química como zona de baño autorizada en la laguna rosa. Aunque se trata de un proyecto todavía en una fase muy prematura, con una importante complejidad técnica, jurídica y de financiación.

Críticas en la oposición

El propio Partido Popular cuestionó desde la oposición en 2018 la imagen y el mal estado del recinto hace ya más de ocho años, durante el gobierno de coalición de izquierdas en minoría. Una imagen que no es muy distinta a la que presenta ahora. La principal fachada exterior se ha llenado de grafitis, mientras que el recinto vallado del patio está lleno de enseres acumulados, vegetación sin tareas de conservación y basura. Ahora el proyecto de musealización del que habla el concejal Quesada también prevé reutilizar los patios exteriores. Aunque sigue sin fecha.