La historia del campamento de San José Obrero de Guardamar por los suelos
El albergue junto a la pinada de La Mata presenta un aspecto lamentable a la espera del derribo para levantar viviendas turísticas
El obispado vendió en 2021 la parcela que durante 60 años fue referencia de la labor social de la Iglesia en la provincia
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Un botiquín por los suelos bien equipado todavía es testigo de que alojamientos, cocinas, pabellones y capilla del antiguo-albergue campamento de la Fundación Diocesana San José Obrero en Guardamar-La Mata estaba muy vivo cuando la Diócesis de Orihuela-Alicante decidió venderlo a principios de 2021. Lo vendió a un constructor de vivienda turística de la Vega Baja en una polémica operación inmobiliaria por la que se desprendió de una propiedad situada en un entorno de privilegio (pinada y dunas).
Abandono
El panorama que presenta la finca ahora es desolador, según las imágenes y el vídeo al que ha tenido acceso INFORMACIÓN. Antes del derribo -que no llega- se ha retirado cualquier material de valor. Amontonado en el exterior aparecen muebles, colchones y todo tipo de enseres. Marcos de puertas y ventanas han desaparecido mientras que los escombros se han adueñado de los pabellones y la antigua capilla. El abandono -hay varias aperturas en la valla perimetral- ha provocado también el asalto de los grafiteros, que se han expresado libremente en las paredes sin restricciones. Es el único elemento creativo que ha generado tanta dejadez a la espera de la demolición definitiva.
Donación
En 1962, según recoge la propia historia de la Fundación, la Diócesis de Orihuela-Alicante recibió por donación de Antonio Tárraga Escribano, empresario propietario de una fábrica de chocolate y primer alcalde de San Pedro de Pinatar (Murcia), ocho mil metros cuadrados junto a la pinada y las dunas de Guardamar.
Solo el entorno de pinos y cordón dunar separan del mar esta finca que encuentra una kilométrica playa litoral dando un paseo de 400 metros por una pinada moldeada por los vientos de levante. Allí se construyó el albergue-campamento de la Fundación San José Obrero, tradicionalmente conocido como el de "La Mata". Durante más de sesenta años fue el lugar de vacaciones para menores vulnerables y acogidos por la Diócesis, que además de gestionar un centro de menores tutelados concertado cuenta en Orihuela ciudad con un Centro de Secundaria y Formación Profesional. Era una referencia en la labor social de la Iglesia en la provincia de Alicante.
Cedido
El albergue fue cedido en innumerables ocasiones para las actividades de muchos colectivos y entidades de municipios de la comarca, y ese tiempo del campamento todavía se vincula con sus mejores momentos.
A lo largo del año 2020, en plena pandemia, el entonces ecónomo de la Diócesis consideró que ya eran otros tiempos. Negoció a varias bandas la venta del terreno con empresas inmobiliarias del sector turístico residencial. Las ofertas, seguro que muy sustanciosas viendo el entorno paisajístico de la propiedad, debieron multiplicarse como en el milagro de los panes y los peces, y cuando ya tenía prácticamente cerrada la operación con un conocido empresario del Bajo Segura, terminó firmando con otro ofertante -oficialmente- por unos dos millones de euros a principios de enero de 2021.
Malestar
La venta de la Diócesis, llevada a cabo durante el obispado de Jesús Murgui causó un enorme malestar entre parte de los párrocos de la provincia. En un principio los ingresos deberían haber repercutido en la institución educativa. Meses después, con la arribada del nuevo obispo Ignacio Munilla, tanto el ecónomo como el responsable del Colegio Diocesano fueron cesados de sus cargos.
Más casas turísticas
La inmobiliaria ubicó un monoposte publicitario en el que anuncia que ya es suyo. Se puede ver a distancia en la vía parque de la Nacional-332, junto al acceso a San José Obrero. Las obras de la nueva promoción de "casas" turísticas -una oferta de la que el municipio está bien servido- no ha comenzado. El Ayuntamiento de Guardamar, siempre cuidadoso a la hora de pronunciarse sobre el sector constructor inmobiliario, ya señaló antes de cerrarse la operación que lo que dispone el Plan General es que el suelo sea urbanizable residencial, pese a que su uso real durante más de medio siglo fue la de dotacional privado.
El campamento llegó a acoger, además de todas las vacaciones de los chavales de San José Obrero y los educadores, a menores refugiados de la guerra de los Balcanes a mediados de los noventa, por ejemplo, y hasta meses antes de la compra albergó provisionalmente a los menores con discapacidad de la Residencia Oriol, tras quedarse sin alojamiento por los efectos de la DANA de 2019.
Aunque antiguo, la inversión en los edificios se había ido renovando con el paso del tiempo. En especial en el principal pabellón de alojamiento, que presenta un aspecto bastante moderno.
Ahora el constructor, si cumple el compromiso de pago de la parcela, tiene un espacio privilegiado para la promoción inmobiliaria y San José Obrero busca lugar para sus campamentos de verano.
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