Lo que cuesta la silla en el Ayuntamiento de Torrevieja

Sillón con respaldo alto y cabezal, brazos fijos de aluminio inyectado, tapizado de polipiel de primera calidad, acabado en negro, regulable en altura, con mecanismo autopesante y cuatro posiciones, desplazamiento de asiento y logo bordado del Ayuntamiento de Torrevieja. Todo por 774 euros (sin IVA). Es la silla que en unos meses estrenará el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón (PP), en el salón de plenos si la tramitación en el área de Contratación no se tuerce. También podrán sentarse a gusto el resto de los 24 concejales de la Corporación, además de la interventora y el secretario -aunque sus asientos serán 27 euros más económicos que el del primer edil, en algo se tiene que notar quien manda-. Todo aparece en el marco de la renovación integral del mobiliario de buena parte de las dependencias municipales que ha licitado la Administración local en la que invertirá 399.000 euros (impuestos incluidos).

Departamentos

La actualización afecta a casi todas las áreas municipales que lo han solicitado: desde Urbanismo a Protección Civil, pasando por Servicios Sociales, Riesgos Laborales, Personal, Servicios Sociales, Parques y Jardines, Medio Ambiente, el director de la Asesoría Jurídica, Secretaría o Alcaldía. Pero es el salón de plenos el que se llevará la palma en la calidad que exige el pliego de condiciones a las empresas proveedoras con una inversión de más de 51.000 euros. Sus 27 sillas tienen un coste sumado de más de 20.000 euros. Además, se aprovechará para instalar butacas fijas para el público -con un aforo bastante limitado de 51 plazas- «con volumen ergonómico, de recuperación estable y gran confort». Para esa actuación se reservan otros 30.000 euros.

No es para menos si los fieles al pleno presencial deben soportar sesiones maratonianas, con parrafadas de intensa mirada a las cámaras que retransmiten en directo, solemnes mociones de política nacional de dudosa utilidad, mucho teatro, verdades a medias y trolas a cascoporro de unos y otros; preguntas donde todo es catastrófico y respuestas donde todo ya se ha arreglado. Y, a veces, asuntos que interesan a los vecinos de Torrevieja y que se debaten a gusto.

Como no podía ser de otra forma, la modernización en los despachos de Alcaldía también será relevante. Se retirará la vetusta mesa de la junta de gobierno por otra valorada en 2.200 euros a la que se sumarán 16 sillas por otros 10.664.

El espacio de la junta de gobierno es donde realmente se deciden los asuntos mollares en un Ayuntamiento. La segunda planta contará además con un nuevo sofá: el típico de esos de esperar mucho, de tres plazas y 1.330 euros.

Salón de plenos

La verdad es que el salón de plenos, casa de todos que debería ser la parte «noble» de un edificio consistorial, en Torrevieja es bastante impersonal y necesitaría una mínima renovación de mobiliario. Ahora el aforo del público se cubre con sillas sueltas, bastante discretas, al igual que el de los regidores y más de una vez se ha producido algún incidente con las sillas de los concejales al desplomarse el asiento al sentarse. Hace unos meses, al renovar el sistema de audio, que fallaba estrepitosamente, los operarios tuvieron que realizar uno a uno los agujeros del cableado en las mesas. También fue una labor de artesanía incorporar enchufes para cargar móviles, portátiles y tabletas -importante para que los ediles trabajen o desconecten durante las densas sesiones plenarias-.

Prioridades

Aunque pueda parecer que esta inversión en muebles no es especialmente prioritaria para el municipio hay que tener en cuenta que en el Ayuntamiento torrevejense trabajan más de 700 empleados públicos, y muchos de ellos no tienen ni espacio físico para llevar a cabo su tarea diaria en unas dependencias que se han quedado pequeñas. Hay sillas y mesas en algunos departamentos que «da bastante penica verlas», según fuentes municipales. Además, para velar por el cumplimiento estricto de la legislación, el área de Contratación ha preferido liquidar en un solo contrato lo que antes se hacía por partes, a golpe de peticiones puntuales y contratos menores, con escasa previsión. Mejor evitar el fraccionamiento. Con este despliegue, los concejales que forman la Corporación del Ayuntamiento de Torrevieja van a tener complicado aquello de intentar no aferrarse a la silla. Literalmente.