Vicente Pina, concejal de Educación de Orihuela: "El vandalismo ya es recurrente"

El edil hace un llamamiento a la ciudadanía ante la repetición de robos en los centros educativos

Los padres de los CEIP Fernando de Loaces y Josefina Manresa viven con "impotencia y rabia" el episodio que ha obligado a suspender las clases

El robo de las tuberías de cobre provoca una fuga de gasoil

El robo de las tuberías de cobre provoca una fuga de gasoil / Información

Loreto Mármol

Loreto Mármol

Casi 200 niños de Infantil en Orihuela -cien del colegio Fernando de Loaces y 75 del Josefina Manresa- se han tenido que quedar en casa -y el miércoles también- hasta que puedan ser reubicados en otras aulas, después de que un robo de unas tuberías de cobre de la maquinaria para la calefacción provocara una fuga de 2.000 litros de gasoil desde el tanque hasta la estructura baja del edificio y al subsuelo. Aunque no había peligro de combustión, el alcalde del municipio, Pepe Vegara, decretó el lunes la suspensión de las clases debido a los fuertes olores y los gases.

"El vandalismo ya es recurrente, no solo en los centros educativos, sino en otros espacios públicos, así como contenedores, papeleras y jardineras", ha manifestado el concejal de Educación, Vicente Pina, que ha recordado que hace un mes robaron todo el cobre del colegio de La Aparecida, que también produjo una inundación en todos los bajos del edificio.

"Esto no puede seguir así", ha continuado el edil, al mismo tiempo que ha mandado un mensaje a la ciudadanía para pedir colaboración por parte del ciudadano cuando se detecte un posible destrozo.

"Al final se han llevado 20 ó 25 metros de cobre que tienen un valor residual de 15 ó 20 euros, pero el destrozo que nos van han producido en estos dos centros puede estar valorado en 2.000 ó 3.000 euros", ha lamentado Pina.

Mientras se realizan las labores de limpieza, los centros educativos están realizando un esfuerzo para reubicar al alumnado de entre 2 y 4 años, reconvirtiendo las aulas de música e inglés, y para que los niños noten lo menos posible el cambio.

Los padres están viviendo este episodio con "impotencia y rabia". La AMPA del CEIP Fernando de Loaces ha lamentado que "se estropee el final de curso de unos niños que vuelven a sufrir tener que desalojar sus aulas para ser reubicados".