¿Por qué la gente está usando un calcetín viejo para limpiar las persianas?

La limpieza de persianas a menudo se complica por la cantidad de polvo que estas retienen y la dificultad para acceder a cada una de sus lamas. No obstante, un calcetín viejo puede ser un instrumento muy eficaz para esta labor. Por lo tanto, antes de desechar tus calcetines usados, considera guardarlos como un recurso valioso para la limpieza. Los calcetines de algodón son ideales para esta tarea, ya que tienen una gran capacidad para capturar el polvo. A continuación, te mostramos cómo puedes utilizarlos.

Cómo limpiar las persianas muy sucias con un calcetín viejo (pero limpio)

1. Preparación: Busca un calcetín viejo que esté limpio. Es preferible que sea de un material que atraiga el polvo, como el algodón.
2. Hacer la mezcla de limpieza: Puedes hacer una solución simple con agua y un poco de jabón suave. Llena un tazón o cubeta con agua tibia y añade un par de gotas de jabón. Remueve bien hasta que se forme espuma.
3. Preparar el calcetín: Coloca tu mano dentro del calcetín como si fuera un guante. Luego, sumerge el calcetín en la solución de agua jabonosa. Asegúrate de que el calcetín esté bien empapado.
4. Limpiar las persianas: Desliza el calcetín a lo largo de cada lama de la persiana, empezando desde la parte superior y yendo hacia abajo. El calcetín debe recoger el polvo y la suciedad. Asegúrate de limpiar ambos lados de las lamas.
5. Enjuague y repetición: Cuando el calcetín esté sucio, enjuágalo en la solución de agua y jabón, y luego exprímelo para eliminar el exceso de agua. Repite este proceso hasta que todas las lamas estén limpias.
6. Secado: Una vez que hayas terminado de limpiar las persianas, puedes usar otro calcetín seco (o un paño suave) para secar las lamas. Esto ayudará a evitar que se formen manchas de agua.
7. Una vez concluida la limpieza ya puedes tirar ese par de calcetines.

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¿El truco del calcetín viejo vale para todas las persianas?

Este método puede ser especialmente útil para limpiar persianas de vinilo o de madera sintética. Si tus persianas son de madera natural, debes tener cuidado con la cantidad de agua que usas, ya que la madera puede ser dañada por el exceso de humedad. En ese caso, es mejor usar solo un calcetín ligeramente humedecido y secar las lamas inmediatamente después de limpiarlas.