Cómo proteger a los bebés de los mosquitos: el remedio natural para que no se acerquen

Con este repelente casero lograrás mantener a los insectos lejos de la delicada piel de los niños

Repelente de mosquitos natural para bebés.

Repelente de mosquitos natural para bebés. / Pixabay

Mati Sirvent

Mati Sirvent

Proteger a los bebés de las picaduras de mosquitos es importante, ya que su piel sensible puede reaccionar más a las picaduras y pueden tener dificultades para rascarse o expresar su malestar. Por esta razón, hoy te proponemos un remedio casero y eficaz para mantener a los insectos alejados de la delicada piel infantil. Se trata del aceite esencial de lavanda, un fluido que mantendrá a los molestos mosquitos lejos de los bebés. Te contamos cómo debes prepararlo.

Remedio casero para que los mosquitos no piquen a los bebés

El aceite esencial de lavanda es conocido por sus propiedades calmantes y repelentes de insectos, lo que lo convierte en una opción natural para proteger a los bebés de los mosquitos. Sin embargo, hay que tener precaución al usar cualquier tipo de aceite esencial en los niños, especialmente en los bebés, ya que su piel es más delicada y sensible.

Aquí te explciamos cómo puedes hacerlo:

Ingredientes:

  • Aceite de lavanda (puro y de alta calidad).
  • Aceite o loción para bebés.
La lavanda es un buen repelente natural de los mosquitos.

La lavanda es un buen repelente natural de los mosquitos. / Pixabay

Pasos:

  1. En un recipiente, mezcla unas pocas gotas de aceite de lavanda (no más de 1-2 gotas por cada 30ml de loción o aceite) con el aceite o loción para bebés. Asegúrate de que la mezcla esté bien combinada.
  2. Aplica la mezcla en la piel del bebé, evitando las áreas sensibles como los ojos, la boca y las manos (los bebés a menudo se llevan las manos a la boca).
  3. Repite la aplicación cada pocas horas o según sea necesario.
Un padre con su bebé.

Un padre con su bebé.

Recuerda, es muy importante que hables con un pediatra antes de usar cualquier aceite esencial en tu bebé. Algunos bebés pueden ser alérgicos o sensibles a ciertos aceites, por lo que es importante realizar una prueba en una pequeña área de piel antes de aplicar la mezcla en áreas más grandes.

Además, nunca uses aceites esenciales sin diluir en la piel del bebé, ya que son muy potentes y pueden causar irritación. También, evita usar aceites esenciales en bebés menores de 3 meses, ya que su piel es extremadamente sensible.

Otros trucos para proteger a los bebés de los mosquitos

1. Malla mosquitera: Utiliza una malla mosquitera en las cunas, cochecitos y portabebés. Asegúrate de que esté correctamente colocada para que los mosquitos no puedan entrar.

2. Ropa adecuada: Viste al bebé con ropa ligera pero de manga larga y pantalones largos. Los colores claros tienden a atraer menos a los mosquitos.

3. Ventilación: Los mosquitos se sienten atraídos por el dióxido de carbono que exhalamos. Mantén la habitación bien ventilada para dispersar la concentración de dióxido de carbono.

4. Elimina el agua estancada: Los mosquitos ponen sus huevos en agua estancada. Asegúrate de no tener charcos de agua alrededor de tu casa y vacía regularmente los recipientes que puedan acumular agua.

5. Uso de repelentes: Existen repelentes naturales que son seguros para usar en bebés mayores de dos meses. Uno de los más efectivos es el aceite de eucalipto de limón, que puedes aplicar en la ropa del bebé (nunca directamente en la piel) para mantener a los mosquitos alejados.

Remedio natural para ayudar a los bebés a dormir tranquilos

Una opción es el uso de plantas repelentes de mosquitos, que puedes tener en la habitación del bebé o alrededor de la casa. La citronela, el geranio, la albahaca, el romero, la lavanda, el eucalipto de limón y la menta de gato son plantas conocidas por su capacidad para repeler mosquitos.

Por último, siempre es importante consultar a un pediatra antes de aplicar cualquier producto, incluso natural, en la piel del bebé para evitar reacciones alérgicas. Y recuerda, el mejor remedio es la prevención. Mantén a los mosquitos alejados del ambiente en el que vive el bebé siempre que sea posible.