Por lo imprevisibles y rápidos que pueden llegar a ser, los gatos enfadados suelen tanto miedo como un tigre. Además, su peculiar forma de comunicarse con los humanos -que no siempre entienden a los felinos- los hace muy especiales a la hora de ponerse nerviosos y tranquilizarse. Es importante, si estás conviviendo o teniendo contacto con un gato y este se pone nervioso, que aprendas a tranquilizarle y a entender qué le está molestando y cómo te lo está haciendo saber... porque sí, los gatos siempre avisan cuando algo no les gusta y vuelven a avisar varias veces antes de arañar.

¿Cómo saber que un gato está molesto?

Los gatos son seres especialmente cariñosos y muy independientes, eligen muy bien a sus humanos y no les gusta que invadan su espacio cuando se ven envueltos en una situación estresante o están inspeccionando un lugar en el que aún no se sienten del todo seguros -recuerda, son muy territoriales-. Es importante que tengas en cuenta que estas son las señales de que tu peludo está molesto, nervioso o tiene mucho miedo:

  • Estará erizado
  • Los bigotes, también erizados, estarán rígidos y hacia atrás
  • O bien te mirará fijamente o te evitará con la mirada
  • Tus pupilas estarán dilatadas
  • Mantendrá las orejas encorvadas sobre la cabeza, hacia atrás
  • Estará con el cuerpo o la espalda encorvados
  • Gruñirá

Hay otras señales que indican estrés, disgusto o ansiedad por parte de tu gato, que afectan a su comportamiento diario y que puedes observar en su día a día si convives con él:

  • Puede que tu gato pierda el apetito
  • Se rasca o se lame de forma obsesiva
  • Marca el territorio excesivamente
  • Orina y hace sus cosas fuera del arenero
  • Conductas destructivas con muebles, objetos o ropa: lo araña todo a su paso cuando antes no lo hacía

Los gatos suelen dar muestras de estar molestos antes de reaccionar.

Cómo tranquilizar a un gato

Si tu gato o el gato con el que empiezas a tener contacto muestra alguno de los síntomas de estar molesto, es importante que tengas en cuenta los siguientes pasos para que coja confianza con el nuevo entorno o nuevo humano y pueda tranquilizarse. Aquí algunos pasos que puedes seguir:

  • Dirígete a él con tono de voz suave y cariñoso, no grites ni seas estridente. Esto es básico para que cualquier felino no detecte ninguna amenaza.
  • Siéntate a su lado tranquilamente y deja que te huela. En ningún caso dirijas tu mano sobre su cabeza, deja que sea el gato quien se acerque.
  • Intenta ganártelo con un poco de paté. Si se acerca a ti, puedes rozar tus dedos con su nariz un poco, para que te huela. Si te rechaza vuelve a sentarte en otro lugar.
  • No hagas ruido, pongas música fuerte y evita las aglomeraciones de gente en la habitación o lugar donde esté el gato.
  • Deja que sea él quien inicie el contacto más estrecho.

Si se trata de un gato con el que convives pero parece dar muestras de estrés, recuerda:

  • Juega con tu gato, es importante que no se aburra y sienta que estás ahí
  • Ofrécele de vez en cuando -puedes establecer una rutina, les encanta- comida húmeda que le guste
  • Dale mucho cariño: acarícialo mucho y dale masajes
  • Si el gato maúlla mucho por las noches, prueba a ponerle música suave -hay listas para gatos en plataformas como Spotify-
  • Consulta con tu veterinario especialista si el gato se comporta de manera inadecuada, marca en exceso o hace sus necesidades fuera del arenero y no logras que se le pase