Si nos ocurre a menudo con las personas, cuánto no ocurrirá con los animales. Nuestras mascotas tienen un lenguaje corporal propio con el que transmiten su estado de ánimo y sus sentimientos; sin embargo, esas señales no siempre sabemos "leerlas" correctamente. De hecho, a veces hasta podemos interpretarlas muy mal.

Los que tienen un gato en casa desde hace tiempo probablemente ya han aprendido a entender lo que significan cada uno de sus gestos o comportamientos, pero si piensas tener uno o le has dado la bienvenida a tu hogar hace poco, seguro que te interesa saber lo que te contamos a continuación.

Hay actos y conductas felinas que podemos ver como extraños pero que, gracias a estudios científicos, tienen ya su explicación.

Golpearte con su cabeza

Los gatos tienen maneras peculiares de mostrarte su afecto

Uno de los más frecuentes es cuando golpean su frente contra la cara, las piernas o los brazos de sus dueños.

Aunque pudiera pensarse que se trata de un comportamiento agresivo con el que muestran su descontento o enfado, o buscan pelea, nada más lejos de la realidad.

Según los expertos, tu minino hace eso para saludar a sus personas favoritas y mostrar que está feliz con su presencia.

Y es que cuando un gato se restriega contra algo o alguien está transfiriéndole sus feromonas, que lo señalan como un espacio o una persona que le inspira confianza y seguridad.

La señal inequívoca de que tu gato está enfadado

Un gato enfadado

Sabrás cuando tu gato está enojado, o también puede que asustado, si lo escuchas respirar fuerte. En esas situaciones es mejor no acercarte demasiado a él, puesto que podría atacarte.

Además de las respiraciones profundas, otra señal que nos indica que se siente amenazado es cuando mira fijamente a una persona o a otro animal.

Cuando esto ocurra basta con que le dejes solo. Una vez se haya tranquilizado, si le acaricias en la dirección del cabello le estarás enviando el mensaje de que cuando está contigo no debe tener ningún miedo.