Las otras víctimas del naufragio más famoso: la historia de los perros del Titanic

El conmovedor destino de los perros del Titanic: héroes peludos que lucharon por sobrevivir al naufragio más famoso de la historia

Perros del Titanic: los pasajeros olvidados por la historia

Perros del Titanic: los pasajeros olvidados por la historia / INFORMACIÓN

Ágata Candela Millán

Ágata Candela Millán

A lo largo de los años, la tragedia del Titanic ha cautivado al mundo entero, pero pocos conocen la emotiva historia de los perros que también formaban parte de aquel fatídico viaje. Mientras el reciente accidente del sumergible Titan ha vuelto a poner el foco en el Titanic, es importante recordar que aquel majestuoso transatlántico no solo transportaba personas y equipajes, sino también a valiosos compañeros de cuatro patas: los perros.

Si bien la mayoría de los canes a bordo pertenecían a pasajeros de primera clase, esto no es sorprendente, ya que solo los adinerados podían costear los boletos para sus amados animales. De hecho, el precio del billete para un perro era equivalente al de un niño. Según el Museo Nacional de Liverpool, un total de 12 perros se encontraban registrados a bordo del Titanic cuando ocurrió el desastre. Sin embargo, algunos historiadores creen que podrían haber sido muchos más, ya que los detalles sobre los animales de compañía se han perdido en gran medida. La mayoría de estos canes de raza pequeña fueron llevados clandestinamente en mantas o abrigos a los botes salvavidas. De lo contrario, no se les habría permitido subir.

Entre los pocos supervivientes se encontraba Lady, una Pomerania, cuya dueña, Margaret Hays, envolvió en una manta para hacerla pasar por un bebé. Esta astuta estratagema permitió que Lady sobreviviera a la tragedia y viviera hasta 1919. Además de Lady, solo dos perros más lograron sobrevivir: Sun Yat Sun, un pequinés, y otro pomerania cuyo nombre aún permanece en el anonimato, pero que pertenecía a Martin y Elizabeth Jane Rothschild.

Lamentablemente, muchos otros perros no tuvieron la misma suerte. Según los registros del American Kennel Club, se cree que murieron un cavalier king charles spaniel, un airedale terrier, un bulldog francés, un fox terrier y un chow chow. Además, tres perros más perdieron la vida, pero su raza aún es desconocida. La hipotermia y el ahogamiento debido a las bajas temperaturas del agua fueron las causas más probables de su trágico destino.

Ben, el perro del capitán del Titanic

Es interesante destacar que uno de los perros a bordo del Titanic pertenecía al propio capitán Smith. Sin embargo, este perro, un wolfhound llamado Ben, no estaba presente durante el fatídico viaje. Ben solo pasó una noche en el barco antes de su partida, ya que regresó con la hija del capitán para cuidarla mientras este navegaba.

Ann Elizabeth Isham, una valiente pasajera de 50 años, viajaba con su gran danés y lo visitaba a diario en las perreras del barco. A pesar de haber conseguido un lugar en uno de los botes salvavidas, Elizabeth tomó una decisión desgarradora: renunciar a su propia supervivencia para quedarse junto a su amado perro a bordo del Titanic.

En aquellos tiempos, solo los pasajeros de primera clase tenían permitido llevar perros a bordo de los barcos. Entre ellos se encontraban Helen Bishop, con su caniche Frou-Frou; John Jacob Astor, el famoso millonario, con su airedale llamado Kitty; Robert Daniel y su bulldog francés Gamin de Pycombe; y Harry Anderson, con su chow-chow. La pobre Helen Bishop se vio obligada a dejar a su amada Frou-Frou en la cabina, tomando una difícil decisión en medio del caos y la desesperación.

Algunos de los perros que se encontraban a bordo del Titanic

Algunos de los perros que se encontraban a bordo del Titanic / INFORMACIÓN

En un acto de desesperación y amor por sus mascotas, John Jacob Astor decidió liberar a todos los perros del barco, lo que solo causó más caos y confusión entre los pasajeros y las tripulaciones de los botes salvavidas.

El recuerdo de aquellos perros valientes y leales que perdieron la vida en el trágico hundimiento del Titanic es un recordatorio conmovedor de la fragilidad de la vida, incluso en medio del lujo y la grandeza. Aunque han pasado más de cien años desde aquel fatídico día, no debemos olvidar su sacrificio y lealtad. Los perros del Titanic, en su breve paso por la historia, dejaron una huella imborrable en el corazón de aquellos que conocen su historia.