Los vecinos del pequeño pueblo siciliano de Pietrammare viven acostumbrados al caos que conlleva saltarse la ley y están hartos. Las carreteras tienen socavones, el tráfico es insufrible y la basura se acumula en las aceras. Tampoco les falta un gran puerto sin barcos y una fábrica propia altamente contaminante. Pero ha llegado la hora del cambio. En las elecciones, un nuevo alcalde ha salido victorioso y viene con la firme intención de cumplir todo su programa electoral.