El escritor Émile Zola y el pintor del postimpresionismo Paul Cézanne inician su amistad en un colegio de la Provenza. Sus caminos siguen unidos en París, donde ejercen su labor profesional. Zola, huérfano y sin blanca, decide valerse de la burguesía a la que tanto atacó de joven para dar su gran salto a la literatura. Cézanne, que viene de una familia acomodada, rechaza toda vida social para centrarse únicamente en su obra. Pero sus esfuerzos de juventud son en vano, ya que su talento solo le será reconocido al final de su vida. Dos artistas. Dos vidas paralelas.