De vuelta a casa tras una misión en Afganistán, un grupo de soldados franceses hace una escala de descompresión en Chipre, donde van a pasar tres días en un complejo turístico en el que son sometidos a intensas sesiones de terapia. Allí, entre las aguas cristalinas y las hordas de turistas de vacaciones, Marine y Aurore, dos de las tres únicas mujeres en una patrulla mayoritariamente masculina, se enfrentan a la ira, el trauma y el sexismo del ejército mientras se esfuerzan por reajustarse a la vida normal.