Se han quedado atrapados en el final de sus vacaciones. Un grupo de turistas británicos se han visto retenidos en su hotel de Túnez. El dueño ha llegado a cerrar las puertas del complejo . Les obliga a pagar 2.500 libras extra para dejarles ir al aeropuerto, ante el temor de no cobrar por la quiebra de la mayorista Thomas Cook. Es sólo una de las dramáticas situaciones que se repiten en medio mundo.