Los nervios, la tensión y en muchos casos la resignación están siendo los protagonistas en las hermandades esta semana santa. El tiempo no lo está poniendo fácil y esa lluvia intermitente que nos acompaña desde ayer mantiene en vilo a los cofrades.

Hasta el último momento esperaron el prendimiento y la humildad. Desgraciadamente la lluvia no les dio tregua.