Las respuestas eran simples: Sí, no, o abstención. Y también las reglas. Con voz clara y audible. La votación empieza y sus señorías se levantan para asentir. Núñez Feijóo: Sí. O negar Pedro Sánchez: No.Todo según lo previsto. Hasta que el diputado socialista Sánchez Iñiguez Herminio Rufino vota a favor de investir a Feijóo. Sorpresa de la secretaria de la Mesa y desconcierto en todo el hemiciclo. Entre el asombro el diputado trata de explicar su confusión. Mi nombre es Sancho y no Sánchez como había leído la secretaria. Excusa que le sirve para que le vuelvan a nombrar. Sancho Iñiguez Herminio Rufino: No. Expulsado el fantasma del transfuguismo de la bancada socialista le preguntan al terminar el debate. "Que soy Sancho, yo no soy Sánchez". Pero el diputado ya había contestado Sí. "Sancho sí no".Baile de monosílabos que podría haber dado un voto más al líder de los populares.