Además de la mala imagen que para los turistas y residentes da el lamentable aspecto oxidado del vallado del paseo marítimo de Orihuela Costa, su estado puede suponer un grave peligro.

Hay riesgo de que los hierros que han quedado visibles puedan provocar cortes, y una infección, y, además, apoyarse en sus barras oxidadas puede suponer que se desprendan y que alguien caiga al acantilado.