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San Vicente del Raspeig

Stop Desahucios asesora en la calle a vecinos necesitados y se enfrenta a la edil del área

La plataforma lamenta la falta de tiempo para pedir una de las 14 viviendas en alquiler de la Generalitat y denuncia poca colaboración del Ayuntamiento - La concejala les recrimina molesta que les estaba buscando un sitio y que «no son formas»

Stop Desahucios asesora en la calle a vecinos necesitados y se enfrenta a la edil del área

La plataforma Stop Desahucios de San Vicente del Raspeig atendió ayer en la puerta del Ayuntamiento a vecinos que quieren solicitar una de las 14 viviendas en alquiler asequible ofertado por la Generalitat. Y su intención es seguir haciéndolo los próximos días para ayudar a las personas que no tienen acceso a un ordenador o no saben hacer las gestiones por su cuenta. Algo que molestó a la concejala que bajó del Ayuntamiento para recriminárselo.

La entidad prestó el servicio durante la mañana de ayer a más de una docena de personas y a la vez, aprovechó para protestar por lo que consideran una falta de diligencia del consistorio a la hora de ayudar a los vecinos que quieren optar por esta ayuda. A su vez, una docena de personas de la plataforma se hicieron visibles en la plaza de la Comunidad Valenciana luciendo la camiseta roja con el lema Stop Desahucios. Un gesto que molestó a la concejala de Bienestar Social, Isabel Leal, quien afeó a los organizadores el gesto de atender en la calle cuando, advertía, está buscando un espacio para que puedan hacerlo en dependencias municipales. Molesta también por no haber sido avisada de esta «campaña» improvisada.

Durante unos minutos se generó una situación de tensión en los que la edil manifestó su malestar mientras los miembros de Stop Desahucios le decían que se ven en la obligación de atender a las familias que lo necesitan sin dilaciones.

Desde la Plataforma advierten de que el plazo para solicitar estas 14 viviendas de alquiler finaliza en un plazo muy breve, el próximo 18 de octubre, y a su juicio los demandantes no reciben el apoyo para hacer más fácil el trámite, criticando que se les remite a la calle Gerona en Alicante cuando desde el centro de atención vecinal Civic, hace de ventanilla única.

Ordenadores en la calle

«Hay muchas personas con brecha digital que necesitan que les hagamos el trámite», explica Isabel Bernal, miembro de la Plataforma, que atendía a Vanessa Carmona delante de uno de los dos ordenadores colocados sobre una de las dos mesas del bar London con los que hacían uno de los trámites imprescindibles para solicitar el alquiler. Mientras usaban la wifi que también les prestó el establecimiento hostelero gratuitamente la propietaria de una papelería de la calle Pintor Picasso hacía las copias necesarias que los usuarios llevaban en el dispositivo USB tras haber finalizado la gestión informática.

«Para poder pedir el alquiler primero hay que estar inscrito en el registro de demandante de vivienda de la Generalitat. Nuestra obligación es echarle una mano a la gente, hay personas mayores, con formación baja. Y el hecho de poner la mesa es porque no nos han dado un espacio», cuenta Bernal. «Si el 18 no está todo presentado se quedan fuera de esta convocatoria», añade.

Señalan que ante la negativa de tener un espacio han seguido atendiendo porque «entendemos que la concejala siga sus trámites, pero tiene que entender que la Plataforma tiene que seguir su marcha».

La concejala por su parte se mostró «dolida» por la acción de Stop Desahucios, a quien elogió por su labor: «La PAH hace un trabajo extraordinario, pero las cosas no se hacen así», advertía, «porque vamos todos en el mismo sentido, ayudar a las personas, y enfrentarnos no tiene sentido».

Un centenar de vecinos

Isabel Leal afirma que desde el Ayuntamiento se ha informado a más de un centenar de vecinos sobre lo que tienen que hacer. Y reconoce que a quien no tiene ordenador se le remite a la calle Gerona «porque es donde tienen que hacer la gestión. Nosotros informamos de todo. No pueden decir que no estamos ayudando». La edil advierte de que las viviendas son de la Generalitat y «nosotros decimos cómo ir y qué hacer. No tenemos personal de sobra para hacer el trámite con cada persona».

La concejal asegura que está buscando un espacio para que la Plataforma pueda atender a los vecinos y que ya tenía una solución, «he enviado un whatsapp y la respuesta ha sido vernos en la puerta del Ayuntamiento. No me han dado tiempo».

Mientras se producía el desencuentro, los dramas se sucedían y familias con un desahucio inminente han puesto sus esperanzas en un posible alquiler bajo para sortear quedarse sin casa.

Una vecina con 59 años tiene el desahucio previsto para noviembre. Son tres en casa y se incorpora a la mesa de Stop Desahucios tras hablar por segunda vez con los servicios sociales para intentar tramitar unas ayudas al alquiler. «En noviembre me tiran de mi casa», dice resignada mientras confía en que las gestiones de Stop Desahucios retrasen el momento de salir de su vivienda.

Vanessa Carmona todavía no ha recibido la orden de desahucio y vive con la angustia de recibirla de un día a otro. Dejó de pagar porque asegura «el padre de mis hijos no me pasa una pensión y no paga nada de la casa, se ha desentendido y no puedo hacer frente a todo». Tiene dos hijos de 12 y 15 años a quienes les cambia la cara cada vez que les sugiere que quizá un día no muy lejano tengan que cambiar de casa.

Sus historias son un botón de muestra de los dramas a los que se enfrentan cada día los servicios sociales municipales y Stop Desahucios.

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